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Brasil trágico: un Mundial repleto de muertes

Desde el comienzo de las construcciones de los estadios por la Copa del Mundo, varias personas murieron en accidentes.

El Mundial Brasil 2014 se vio plagado de hechos trágicos desde el comienzo de la construcción de los estadios de fútbol donde se jugarían los partidos del certamen.

Muchas construcciones estuvieron demoradas por la muerte de obreros que estaban trabajando en ellas. Los plazos y objetivos que se habían planteado desde el propio Estado brasileño se lograron a base de un trabajo contrarreloj que atentó contra la calidad del producto final.

La primer tragedia ocurrió en el Estadio Nacional de Brasilia el 11 de junio de 2012, en el que el ayudante de carpintero José Afonso de Oliveira Rodríguez, de 21 años, se cayó desde un andamio de madera de una altura de 30 metros.


En Manaos en marzo de 2013, Raimundo Nonato Lima da Costa, de 49 años, perdió la vida al caer de una altura de cinco metros, al intentar pasar directamente de una columna en construcción al andamio. Mientras que en diciembre de 2013, Marcleudo de Melo Ferreira, de 22 años, murió al desprenderse desde la cubierta del estadio Arena da Amazonia, a una altura de 35 metros.

El 7 de febrero de 2014, un obrero murió luego de recibir un golpe en la cabeza mientras trabajaba en el estadio Arena Amazonia de Manaos. La víctima fue identificada como José Pita Martins, un portugués de 55 años. El hecho ocurrió cerca de las 8 de la mañana cuando, durante el desmontaje de una grúa, una pieza de hierro cayó sobre su cabeza. Martins había llegado con vida al hospital pero falleció mientras era trasladado a otro centro médico.



El 29 de marzo, el obrero Fábio Hamilton da Cruz, de 23 años, cayó de una altura de ocho metros, en el Arena Corinthians, según la constructora Fast, cuando trabajaba en el montaje de los graderíos temporales del fondo sur.

En Mayo, un obre recibió una descarga eléctrica en el Arena Pantanal de la ciudad de Cuiabá. Mohamed Ali Maciel, de 32 años, sufrió una descarga eléctrica mientras estaba realizando una instalación dentro del estadio.

En noviembre de ese año, tres personas murieron en Brasil al desplomarse una grúa de metal sobre el futuro estadio Arena Corinthians en San Pablo, donde se realizó el partido inaugural del Mundial.