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¡Atención Madres! Bronquiolitis: la temporada para el contagio es el otoño

La bronquiolitis es una enfermedad muy frecuente en los niños. Y es ésta la época crítica del año.

Se manifiesta como un cuadro de secreción nasal, fiebre no muy elevada, congestión y tos, luego se agrega agitación y dificultad respiratoria.

Antes de crear pánico hay que decir que existen factores sobre los que se puede trabajar para mejorar, como pueden ser: propiciar la lactancia materna y la vacunación adecuada y oportuna, evitar el hábito de fumar, la implementación de programas para disminuir la prematurez y el bajo peso al nacer, evitar el hacinamiento y concurrencia a lugares públicos cerrados en horarios muy asistidos y garantizar el acceso de todos los niños a la consulta oportuna con el pediatra.

La doctora Alejandra Lafont (MN 81.988), jefa de Pediatría de la Fundación Hospitalaria, nos brinda un pormenorizado informe sobre el particular.

¿Qué es la bronquiolitis y cómo se manifiesta?
-La bronquiolitis es la inflamación de las vías aéreas bajas de causa infecciosa que se expresa por obstrucción de la vía aérea de pequeño calibre. A partir del control de la diarrea aguda infantil, las infecciones agudas de la vía aérea baja son una de las principales causas de enfermedad y muerte en los niños menores de 5 años.

¿A qué edad es más frecuente?
-Se presenta con mayor frecuencia en los lactantes menores de 6 meses y predomina en otoño e invierno. Se manifiesta inicialmente como un cuadro banal de secreción nasal, fiebre no muy elevada, congestión y tos que dura entre uno y tres días, y luego se agrega agitación, dificultad respiratoria, y retracción de las costillas que dura entre cinco y seis días. La mayoría de los niños pueden manejarse de manera ambulatoria, sólo el 3 por ciento de los lactantes requiere internación. La situación es diferente si los niños presentan factores predisponentes como prematurez, bajo peso al nacer, desnutrición, o si los factores ambientales son desfavorables; esto puede darse en casos de hacinamiento y contaminación ambiental.

¿Cómo tratarla una vez que se adquiere?
-La mayoría de los niños se trata en forma ambulatoria. Las medidas generales consisten en la administración de antitérmicos, garantizar una buena hidratación ofreciendo al niño abundantes líquidos vía oral, proseguir con la lactancia materna, mantener permeables las narinas (orificios nasales externos) y la administración de broncodilatadores en dosis y forma indicadas por el pediatra. Todos los niños que requieran oxígeno deben ser internados. La forma de administración de los broncodilatadores puede ser por nebulizaciones o por aerocámara con aerosoles.

¿Es contagiosa?
-Sí, pero las manifestaciones del proceso son diferentes de acuerdo a la edad de las personas. Inclusive, en un niño de 3 o 4 años el cuadro por el mismo virus puede ser sencillo, y en un anciano o en un bebé menor de 6 meses el mismo virus puede provocar un cuadro más severo.

¿Existen vacunas preventivas?
-Con respecto a este tema, es importante completar los esquemas nacionales de vacunación, que incluyen protección contra el sarampión y la coqueluche o tos convulsa, así como la vacuna antigripal en los niños de 6 meses a 2 años. De todas maneras, no hay una vacuna que logre prevenir todas las bronquiolitis, ya que hay innumerables variedades de virus que las producen. El otoño es la época para estar atento a los primeros síntomas que anticipen una bronquiolitis. Salud: vacunación obligatoria. Entre los 6 meses y 2 años se debe vacunar contra la gripe y otras enfermedades de las vías aéreas como tos convulsa. Hoy es indolora y casi imperceptible. Como toda enfermedad pulmonar, el contagio suele darse en los lugares cerrados donde se concentra mucha gente, como transporte, guarderías, aulas, lugares con mala ventilación.

¿Cuándo está enfermo?

-Cuando el chiquito ya está sufriendo las consecuencias de la enfermedad lo más aconsejable es que no se interrelacione con otros chicos para evitar el contagio. En ese aspecto, 6 meses es la edad promedio de la mayoría de los afectados que no debe ser confundida y requiere intervención médica urgente, evitar los remedios caseros y dejar de lado creencias tales como "ya se le va a pasar".

Con los primeros síntomas se debe concurrir urgente al médico pediatra. Cuando vemos que el bebé presenta tos persistente, fiebre, agitación o dificultad para dormir y/o alimentarse se debe consultar rápidamente al pediatra.

Estos síntomas son muy típicos de la bronquiolitis y muy excepcionalmente se confunde con otras entidades. Las medidas en casa además de las indicadas por el pediatra son: mantenerlo sin fiebre, facilitar que duerma con la cabeza elevada, con suplementos debajo del colchón, sin utilizar almohadas.

Controlar la hidratación del bebé teniendo en cuenta la cantidad de pañales mojados y las mucosas de la boca y la lengua que deben estar húmedas. Además de las medidas de prevención ya mencionadas se puede agregar: evitar el hábito de fumar, el hacinamiento en lugares cerrados. La bronquiolitis es la infección respiratoria más frecuente en lactantes, menos del 3% requieren hospitalización.

Cuando existen factores de riesgo como prematurez o cardiopatías congénitas la incidencia de hospitalización asciende a más del 10 % y las complicaciones llegan al 40%. Ocurre en cualquier ámbito y condición social.

Las medidas de prevención que deben adoptarse se pueden resumir de la siguiente manera:
-Propiciar la lactancia materna, pues está científicamente comprobado que disminuye las infecciones virales y su gravedad.

-Vacunación adecuada contra coqueluche, sarampión, vacunación antigripal y, en casos especiales de bebés prematuros, la vacuna contra el virus sincitial respiratorio (VSR), que es el que más frecuentemente produce bronquiolitis. Pero la clave para tratar esta enfermedad (como cualquier otra) es la consulta en forma inmediata al pediatra.