Los smokey eyes (u “ojos ahumados” en español) son un estilo de maquillaje de ojos que busca crear un efecto difuminado, intenso y dramático, simulando el aspecto de un humo que se va desvaneciendo. Es un clásico que nunca pasa de moda, ideal para looks de noche o eventos especiales.
¿Cómo se logran?
Se caracterizan por:
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Sombras oscuras (negro, gris, marrón, borgoña, azul profundo, etc.), aplicadas principalmente en el párpado móvil.
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Difuminado suave hacia la cuenca del ojo y el párpado superior, para evitar cortes bruscos de color.
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Delineado intenso, tanto en la línea de las pestañas superiores como en la línea de agua inferior.
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A veces se complementa con sombras más claras o con brillo en el lagrimal o el centro del párpado para dar luz.
¿Qué efecto genera?
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Agranda y profundiza la mirada.
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Le da un aire sensual, sofisticado o misterioso según el color y la intensidad.
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Es versátil: aunque suele asociarse al negro, se puede hacer en tonos cálidos, fríos, metálicos o hasta colores pasteles para un look más moderno o diurno.
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