DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Alarma en Tailandia: bajó el oxígeno en la cueva donde están atrapados los chicos

La falta de aire suma dramatismo al operativo de rescate. Un socorrista murió durante las tareas de rescate.

Cuando la atención de los rescatistas y de todos quienes siguen de cerca el operativo de salvataje de los doce chicos y su entrenador atrapados en una red de cavernas en Tailandia, estaba puesta en las lluvias, otra amenaza apareció en la ya muy complicada situación: el nivel de oxígeno en la cueva bajó al 15 %, cuando se necesita al menos 21 % para que todas las personas del lugar respiren normalmente.

"Al principio, pensamos que los niños podían quedarse por un largo tiempo, pero ahora las cosas han cambiado, tenemos un límite", dijo el contraalmirante Apakorn Yookongkaew.

"La cantidad de personas que trabajan dentro de la red de la cueva agota el oxígeno", dijo el gobernador de la región de Chiang Rai, Narongsak Osotthanakorn.

Ahora se está trabajando en un cable de 5 kilómetros que pueda abastecer de aire a la cueva.

A su vez, trascendió que está firme la decisión de no informar a los atrapados sobre la muerte del buzo Saman Gunan, para proteger su estado anímico.

Es que en el exterior, la muerte de Gunan, un buzo con entrenamiento militar, tuvo el peor impacto.

El fallecimiento de Gunan subrayó el peligro que implica el traslado desde la cámara donde están los chicos a la boca de la cueva y planteó serias dudas sobre los riesgos de llevarlos buceando por los pasadizos estrechos e inundados. Hay sectores que tienen una altura menor a un metro, por lo que, para pasar, no se puede tener el tanque de oxígeno en la espalda.

Vale recordar que, muy debilitados, hace casi dos semanas que los chicos, de entre 11 y 16 años, y su entrenador de fútbol, de 26, esperan poder salir de un lugar al que accedieron luego de una práctica de fútbol, el sábado 23 de junio.

Ante una sorpresiva inundación del sistema de cuevas, ellos encontraron refugio recién a cuatro kilómetros de la entrada por la que ingresaron. Fueron encontrados por dos buzos de rescate británicos el 2 de julio. Varios de los menores ni siquiera saben nadar.