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Adiós a un ícono histórico: demolieron el lujoso petit hotel de María Julia Alsogaray

La ex polifuncionaria de Carlos Menem había comprado la propiedad de la calle Junín mientras estaba en la función pública con fondos ilícitos.

Del lujoso petit hotel en Recoleta que perteneció a María Julia Alsogaray ya no queda ni la sombra de lo que fue. Las tareas de demolición de la maison avanzaron a toda máquina en los últimos meses y este lunes terminó de ser destruido por completo.

Hasta el pasado viernes, del edificio solo seguían en pie una parte de su otrora preciosa fachada de estilo francés y partes de paredes interiores. Del resto de la construcción, ya nada sobrevivía. Este lunes por la mañana un grupo de operarios con maquinaria terminó de demoler todo. En el frente, en la vereda, ajeno a la destrucción, reverdeció un olmo que hace 10 años lucía muerto.

La demolición hace sospechar que puede ser cierto nomás un rumor que corrió en esa parte de Recoleta durante años. Que existió una puerta secreta que conectaba el petit hotel (ubicado en Junín 1435) con el edificio lindero (Junín 1441), donde Alsogaray había comprado departamentos para sus hijos. Se adivinan vestigios de esa posible abertura, ahora tapiada, en la medianera.

El palacete, de 930,76 metros cuadrados, había sido adquirido por la corrupta ex polifuncionaria menemista en 1991. La propiedad, distribuida en seis plantas, tenía mármoles de Carrara, pisos de roble de Eslavonia, gimnasio, pista de baile y un jardín andaluz.

Los que la recorrieron hace unos años en una inspección judicial recuerdan que en un cuarto de la casona quedaban vestigios de cámaras frigoríficas especialmente acondicionadas para conservar los tapados de piel de Alsogaray, fallecida en 2017 y que había sido sentenciada por enriquecimiento ilícito y administración fraudulenta, entre otros delitos.

María Julia Alsogaray y su hogar ahora tirado abajo fueron íconos de la corrupción menemista. Suena a paradoja, pero al igual que su adquisición en 1991 la demolición del inmueble ahora quedó sospechada de alguna irregularidad.

La ONG "Basta de Demoler" buscó frenar la demolición, pero no lo consiguió por más que una ley establece que toda propiedad construida en la Ciudad antes de 1941 no puede ser tirada abajo, intervenida ni ampliada sin una previa evaluación que determine si la construcción es un patrimonio histórico. Para las autoridades no mereció protección.

"Por sus características debía ser protegida, por eso presentamos el amparo judicial. Había patrimonio histórico que cuidar. Desde lo simbólico parecía predestinado el lugar. Lo adquirieron de manera irregular y fue demolido de manera irregular. Repitieron el mismo proceder", dijo a Clarín el abogado Juan Manuel Di Teodoro, quien representó en la presentación judicial a la entonces comunera Gabriela Castillo.

La mansión, comprada y refaccionada por completo por Alsogaray en 1991, se levantaba en la calle Junín 1435, entre Peña y Pacheco de Melo.

Un enriquecimiento corrupto
En su libro "María Julia, espejo de la corrupción en la Argentina", el periodista Daniel Santoro cita que en 1988, es decir antes de llegar al gobierno de Carlos Menem, Alsogaray tenía "Un departamento y una cochera en Riobamba 1236; un Mercedes Benz 250, modelo 80, y un Renault 18, modelo 82; participación accionaria en las empresas familiares Cadesym, SAFIP, Pincar y Guandacay; otros bienes por 3.300 dólares".

Agrega Daniel Santoro en su libro: "En cambio, en 1996 su patrimonio había pasado a sumar un departamento en Basavilbaso 1396, una cochera en Junín 1441 y una bóveda en el cementerio de la Recoleta; el petit hotel de Junín 1435, al cual le hizo refacciones por 650.000 dólares y en ese momento tenía un valor de 900.000 dólares; una camioneta 4X4 Nissan Pathfinder y un Fiat Uno modelo 1992; un piano de media cola (17.000 dólares); una mesa para centro de estilo Luis XVI (18.000 dólares); un gran Troumeau (un escritorio antiguo de origen alemán) y apliques de estilo (11.000 dólares), el tapiz francés antiguo (33.000) y dos sillones estilo Luis XVI (8.200)".

En 2009 el petit hotel salió a remate por orden del Tribunal Federal Oral Nº 4 para cubrir los $ 3.179.207,05 que la ex funcionaria de Carlos Menem le adeudaba al Estado por enriquecimiento ilícito.

La tasación oficial de la propiedad, donde aún vivía María Julia Alsogaray, era en ese momento de 5.376.000 pesos (equivalente a 1.407.329 dólares, según la cotización de ese día). En buen romance: salió a remate por dos millones y pico menos de los que en verdad valía.

La periodista de Clarín Silvia Naishtat recorrió cada escalón, cada ambiente, cada piso de los casi 1.000 metros cuadrados del interior de la maison poco antes de que fuera rematada. Publicó una extensa nota en la edición del diario del 23 de octubre de 2009, en la que describía en detalle el lujo en el que vivía María Julia Alsogaray.