Vito Rodríguez: "Eduardo es el amor de mí vida"
Después de idas y vueltas con Celasco, la melliza más famosa de Mar del Plata, está felíz.
Andrés Calamaro escribió un tema para ella y su hermana melliza, Soledad. Pero la fama de la marplatense y el mote de "Petardo", del que reniega llegaría tras su explosivo romance con Diego Torres, en 2003, cuando el cantante aún estaba de novio con la colombiana Angie Cepeda.
Ahora, Victoria vuelve a ser noticia, al hacerse pública su secreta historia de amor con Eduardo Celasco, el yerno de Susana Giménez. Con casi cinco años de relación ya planean vivir juntos.
Pudo haber sido una marplatense más.
Pero el destino tenía otros planes para María Victoria Vito Rodríguez (29). De curvas perfectas, la mujer que el 15 de febrero festejará sus 30 años no llegó sola al mundo: tiene una hermana melliza, llamada Soledad, de similares atributos. Tan atractivas como rebeldes, y habitués en los VIPs de los boliches más top de La Feliz, las mellizas se convirtieron en la fantasía de más de un turista. Incluido Andrés Calamaro, que les dedicó el tema Victoria y Soledad, de su álbum Honestidad brutal (1999). Una combinación casi tan explosiva como su historia con Eduardo Celasco (47) quien fuera durante 27 años la pareja de Mercedes Sarrabayrouse (49) que, si bien recién ahora sale a la luz de manera oficial, comenzó hace cinco años, cuando el ex yerno de Susana Giménez aún estaba en pareja con Mecha.
AMOR DE A TRES. Las mellizas Victoria y Soledad siempre soñaron con trabajaren televisión y hacerse famosas. En Mar del Plata, las hijas menores de Alberto y Mirta Rodríguez eran conocidas como dos chicas bien, lindas y divertidas, a las que los RRPP de la ciudad siempre querían en sus fiestas. Pero el golpe de fama llegó una noche en el verano del '97, cuando fueron a ver un recital de Andrés Calamaro en la disco GAP "Con mi hermana no éramos de esas que persiguen a los artistas, pero al terminar el concierto nos quedamos, a ver si lo podíamos conocer.
Uno de su equipo nos vio y pasamos al backstage. El encuentro duró un minuto, pero aquel momento loco, aquel flechazo, a Andrés lo inspiró. Nos abrazó, nos besó y nos dijo lo lindas que éramos", contó la propia Vito a la revista española Interviú.
"Un mes después, en otro concierto, pude ir al camarín para charlar un rato con él. Había más gente con nosotros y me dijo: 'Les escribí un tema. Si encuentro pronto la melodía, la incluiré en mi próximo trabajo'. Yo le pregunté cómo me daría cuenta de cuál sería la canción; y él me respondió: 'No te preocupes; será fácil saberlo'.
La verdad es que nunca existió una historia de amor entre los tres: sólo fue una fantasía", explicó entonces quien es hoy la mujer de Celasco.
Pero, claro, la fantasía ya tenía su canción: "Casi las tuve en un abrazo/ a las dos/ pero no hubo lugar/ para amor de a tres/ pero te digo la verdad/ las mellizas eran lo mejor/ de la ciudad". Calamaro había escrito la historia de un triángulo amoroso y sexual. "Parecería que Andrés se quedó con las ganas. ¿Que si le hubiera gustado un trío? No lo sabemos. No me veo en la cama con mi hermana, pero está claro que es el morbo, la fantasía de cualquier hombre, y encima dos hermanas mellizas. De ahí a decirlo tan explícito en la canción... Aquí, en la Argentina, se decía que habíamos estado los tres, pero no fue así", remató una insinuante Victoria ante la célebre publicación madrileña.
VERANO EXPLOSIVO. Fue otro estío, el de 2003, el que puso de vuelta a Vito en las tapas de las revistas de actualidad. Su aparición fue, otra vez, explosiva.
Corría febrero y la más díscola de las mellizas era fotografiada por un paparazzi cuando entraba en auto junto a Diego Torres a la casa del cantante en Punta Chica, San Fernando. Por entonces, el hijo de Lolita aún estaba de novio con la actriz colombiana Angie Cepeda. Las fotos fueron el detonante de su separación y, para las mellizas, de un apodo del que Victoria siempre renegaría: "las Petardo".
Su affaire con el cantautor había hecho que los medios la buscaran insistentemente. Todos querían saber quién era la joven marplatense que había deslumhrado a Torres y ser los primeros en contar historia de las mellizas. Victoria y Soledad ya vivían en Buenos Aires, donde repartían su tiempo entre sus estudios en la Universidad Católica Argentina y los castings para campañas publicitarias.
Antes del fin de aquel verano recibieron la propuesta de Gerardo Sofovich para sumarse al staff de La peluquería de Don Mateo. Como las sobrinas de Rolo Puente, y bajo el seudónimo de "las mellizas Petardo" oficializado por el propio Sofovich seducían a los televidentes vestidas de colegialas. El verano siguiente las tuvo de regreso en su ciudad natal, ahora en la marquesina de una comedia teatral. Siguieron más participaciones en teatro, desfiles, presentaciones en discos, teatro infantil a beneficio y apariciones en televisión, conduciendo o actuando sin más armas que su desparpajo y sus esculturales figuras.
Después, para Vito llegó el amor: noviazgo y tres años de convivencia en un lujoso piso de Puerto Madero con Federico Fernández Prieto. Cuando rompieron, Victoria volvió a vivir junto a Soledad y a trabajar en las franquicias de Ossira que tiene su familia en Mar del Plata y en el shopping Paseo Alcorta porteño.
TE AMARE EN SILENCIO. Hace cinco años, casi de un día para el otro, Victoria decidió alejarse de los medios. Muchos no comprendieron entonces los verdaderos motivos de su repentino cambio de actitud. Sólo sus íntimos sabían que detrás de su repentina búsqueda de perfil bajo estaba su nuevo amor.
Vito ya había conocido a Eduardo Celasco (47) en una fiesta celebrada en casa del empresario Jorge Brito (h), y el flechazo fue inmediato. El ex yerno de Susana la impactó y la enamoró de tal forma que Victoria decidió dejar a un lado su carrera. Sentía que exponerse era arriesgar ese amor nacido casi en secreto, en una de las tantas crisis que tuvo Celasco con Mecha Sarrabayrouse, madre de sus hijos Lucía (18) y Manuel (16).
Fue un proceso largo, que tuvo sus idas y vueltas y donde, como suele suceder con los romances clandestinos, no todo fueron rosas. Dicen sus más allegados que Victoria sufrió mucho el no poder vivir su amor a plena luz del día, entre los furtivos encuentros a escondidas y los vaivenes de la lenta separación entre Celasco y Mecha. Pero fue paciente. Puso la energía en sus estudios: mientras esperaba, terminó el profesorado de yoga y la carrera de chef.
La bomba volvió a estallar en noviembre del 2009, con las primeras fotos de Eduardo y Vito caminando juntos por Las Cañitas. Las imágenes sorprendieron y golpearon a Mercedes, recién separada del padre de sus hijos, que ya se había ido de la mansión familiar de Barrio Parque. La golpearon porque eran la prueba de que la relación entre quien por veintisiete años fue el hombre de su vida y la joven marplatense iba en serio. Quienes comparten la intimidad del matrimonio Celasco Sarrabayrouse aseguran que los dos hubieran querido un divorcio sin escándalos, sobre todo por los chicos. No pudo ser.
Para el 2 marzo de 2010, Vito y Eduardo vivían casi sin reparos su romance: habían dejado de esconderse y todo indicaba que estaban listos para disfrutar a full de su amor. Pero ese martes, y después de una larga espera, Mercedes interceptó a Victoria en la esquina de Soldado de la Independencia y Jorge Newbery, a metros de su departamento. La tomó de los pelos y le dio un golpe en la cabeza, sin dejar de gritarle: "Deja en paz a mi marido, no arruines a mi familia, i Sos una p... de mier... El episodio terminó con una denuncia de Victoria en la Comisaría 31a. Los cargos: "Agresiones, amenazas coactivas y daño moral".
Tras el escándalo, y en nombre de sus hijos, Eduardo Celasco aceptó darle una última oportunidad a su matrimonio. Vito bajó la cabeza y comprendió que lo hacía por sus hijos. Triste, volvió a su trabajo y a su familia en Mar del Plata, esa ciudad para la que todavía ella y su
hermana Soledad eran lo mejor.
VERANO EXPLOSIVO II. La última parte de la historia entre Vito y Eduardo se empezó a escribir en septiembre de 2011, cuando el ex yerno de Susana se separó definitivamente de Mercedes Sarrabayrouse.
"Te quiero y estoy dispuesto a apostar por esta relación ", dicen que le confesó él a Vito cuando
viajó a buscarla a Mar del Plata.
Después de cinco años de amor, por fin podía asegurarle que su separación de Mercedes que ya había presentado en sociedad a su nuevo novio, el empresario Joe Miranda era definitiva. Celasco estaba dispuesto a demostrárselo de la manera más clara: ya no tenían que ocultarse. Se mostraron por primera vez en diciembre, precisamente en el casamiento de su Celestino, Jorgito Brito, con Gabriela Vaca Guzmán. Aunque llegaron por separado, no se despegaron en toda la fiesta y fueron el comentario de la noche. Empezaron el año juntos en Punta del Este. Alojados en casa de Pacha Cantón, pasaron doce días intensos, tanto por lo apasionados que se mostraron en cada momento sin importar que se hubieran convertido de inmediato en el blanco de los paparazzi, como por los explosivos cruces con Mecha, que también oficializó en Punta su noviazgo con Joe.
Sin embargo, y pese al nuevo estado sentimental de la hija de Susana, también al Este llegó la ira de la ex de Celasco, furiosa con la presencia de la nueva mujer de su ex marido a quien llama peyorativamente "la maid" en esas playas. Mecha, dicen, habría entrado en la casa de Cantón y, fuera de sí, habría destrozado ropa y objetos personales de Victoria (cuentan que incluso se habría lastimado mientras lo hacía). Luego le exigió a Celasco que sacara a la melliza de la casa, primero, y de Punta del Este, después. Esta vez, Victoria se apiadó. Dicen sus amigos que entendió el dolor de Mercedes, y que en honor a su relación con Eduardo prefirió no hacer la denuncia por los daños en Uruguay, y viajar con su amor a Mar del Plata.
Instalada en la casa de sus padres en Los Troncos, Vito ya volvió a la rutina de atender junto a Soledad a las clientas que se sorprenden al verla en su local de Ossira de la calle Güemes. Aprovecha el tiempo libre para hacer playa y surf, y reencontrarse con sus amigos. "Estoy feliz, muy feliz, porque esta vez la relación con Eduardo va muy en serio: es el amor más importante de mi vida", les repite una Vito más extrovertida que nunca cada vez que le preguntan por su corazón.
La semana pasada la pareja se mostró en las playas vip de La Reserva. Después, Celasco viajó unos días a Buenos Aires por trabajo, y esta semana se reencontrarán en las arenas en las que ella juega de local. Quizás cuando el 15 de febrero sople sus 30 velitas, pedirá los deseos que alguna vez escribió en su blog: "Mi sueño es abrir un restaurante y viajar. Mi lugar en el mundo es Nueva York, y me gustaría poder vivir allá algún tiempo". Seguramente en sus deseos incluirá a Eduardo, y a los planes de convivencia de los que tanto hablaron en las últimas semanas. "Yo a la flaca la quiero y la respeto por todo lo que se banco", les dice él a sus íntimos. "Nos amamos. Ya no quiero esconder lo que siento por Eduardo", afirma ella. Todo dicho.