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Tras rozar los $30, el dólar arrancó en baja el primer día de la semana

El viernes cerró a $29,57 pero cayó en promedio 4 centavos en los bancos y unos 11 centavos a nivel mayorista.

El dólar no para. Sube y baja. Pero, luego de haber quedado cerca los $ 30 el viernes, arrancó la semana en baja, con un descenso de 11 centavos a nivel mayorista, a $ 28,81. En algunos bancos, bajaba en promedio unos 4 centavos, a $ 29,53, con una cotización de entre $ 29,40 (Nación, el más barato) y $ 29,80.

El mercado mayorista es donde operan bancos, grandes empresas y el Banco Central, y cuya cotización termina incidiendo más tarde en el valor de referencia para el canal minorista, donde compran los ahorristas.

El viernes, el peso volvió a sufrir una sensible devaluación contra el dólar y se acercó a los $ 30, aunque terminó cerrando a $ 29,57 en el mercado minorista y a $ 28,92 en el mercado mayorista. Es una suba del 45% desde que arrancó la crisis cambiaria, el 23 de abril.

El Gobierno vendió divisas por dos vías diferentes. El ministerio de Hacienda se desprendió de US$ 150 millones -fondos que utiliza para financiar el gasto público- mientras que el Banco Central, en el momento más caliente de la rueda, decidió intervenir lisa y llanamente ofreciendo US$ 300 millones.

Esta última operación, decidida sobre la marcha por el organismo que conduce Luis Caputo, fue la que logró hacer retroceder el precio del dólar cuando se encaminaba a superar los $ 30 por unidad, un valor impensado unos días atrás.

La demanda de dólares tiene varias fuentes, pero sobre todo dos: empresas con excedentes de pesos, e inversores que están desarmando posiciones en Lebacs porque ni siquiera una tasa del 47% anual les resulta tentadora para seguir manteniendo sus colocaciones en pesos.

También hay demanda minorista -sobre todo con los pesos del medio aguinaldo- pero es una porción minoritaria. Y además, inversores que venden títulos públicos (en pesos o incluso en dólares) para hacerse del billete. Pero lo importante es que esta demanda no logra ser abastecida por la oferta de dólares, aunque ayer el volumen de liquidaciones del sector privado superó los 600 millones de dólares.

A la economía le faltan los US$ 8.000 millones del campo -por culpa de la sequía- y eso se nota. Además, el productor que necesita liquidez prefiere tomar deuda en pesos porque cualquier tasa es atractiva si piensa que el tipo de cambio va a seguir subiendo.

El Gobierno tiene que atravesar el desierto hasta que lleguen los dólares de la cosecha fina, y eso recién ocurrirá hacia fines de 2018. Mientras tanto, enfrenta un escenario desafiante donde los activos argentinos parecen quemar en manos de los inversores.