Transportes escolares ¿"truchos"?
Hay situaciones incomprensibles como que en Mendoza 30% de los transportes escolares están fuera de la ley. Es irracional porque peligra la vida de decenas de chicos que quedan en manos de irresponsables aprovechadores de las falencias en los controles, por parte de la autoridad correspondiente.
La ley provincial de tránsito y transportes -la 6082- es clara y específica cuando hace referencia a los denominados transportes escolares indicando, entre otros aspectos, que las unidades deberán tener una antigüedad de hasta 20 años, fijando entonces la exigencia de revisiones técnicas periódicas para cada uno de los rodados.
Establece además que el conductor deberá poseer una licencia especial habilitante para la categoría; que los propietarios deberán contratar seguros siguiendo pautas especiales; que los vehículos deberán tener una identificación especial y que no podrán transportar mayor cantidad de pasajeros que la que se determina de acuerdo con el tamaño de la unidad. A ese artículo se le agregó, posteriormente, una cláusula que determina que "será de uso obligatorio el cinturón de seguridad en el transporte escolar para todos los pasajeros".
Si bien es cierto que esas cláusulas son respetadas por la gran mayoría de los transportistas, no es menos real que muchas de las exigencias son eludidas por aquellos que actúan por fuera de lo que establece la ley. De acuerdo con un informe, actualmente hay en funcionamiento aproximadamente 300 vehículos legales que transportan diariamente a unos 15 mil chicos, pero se calcula también que aproximadamente 90 -que transportarían a unos 5 mil estudiantes- no cumplen con las normas de seguridad requeridas y no están habilitados.
La denuncia fue formulada por los propietarios de vehículos legalmente autorizados, quienes señalaron que no resulta difícil descubrir a los que están fuera de la ley, pero dejaron una sentencia no menos preocupante: muchos de esos vehículos "truchos", son contratados por padres de chicos que adoptan ese criterio porque anteponen un valor económico -las cuotas que cobran son más baratas- al de la seguridad de sus hijos.
Dentro de ese complejo panorama respecto de la legalidad o no de algunos de los vehículos que circulan como transporte escolar, es inquietante también lo señalado por especialistas, al indicar que se utilizan para ese tipo de actividad "vehículos que están diseñados para transportar mercaderías, pero no niños ni personas, en razón de que no cuentan con refuerzos adecuados", reclamando inclusive la colocación de jaulas de protección para reforzar la seguridad de los transportados.
La circulación de vehículos que no responden a las exigencias establecidas por ley y lo señalado por técnicos en el sentido de que los rodados no se adaptan convenientemente a la seguridad que la actividad requiere, obliga a que el tema del transporte escolar necesite de una revisión, para concretar los cambios que sean necesarios, porque lo que está en juego es la vida que miles de pequeños que diariamente utilizan esa modalidad para el traslado hasta los colegios.
Paralelamente y mientras esa tarea se concreta, debería establecerse un control estricto de los vehículos que actualmente están circulando a los efectos de actuar como corresponde con aquellos que están trabajando por fuera de lo que la ley establece.