¿Tenés el pito frío?
Si hay prendas que sirven para mantener calentitas las manos, la cabeza o los pies... ¿Por qué no crear una para otra parte del cuerpo?
Hace mucho tiempo, los croatas usaban abrigos para el pene tejidos a mano. Ahora, esta tradición revive gracias a Radmilla Kus, de 55 años. Ávida tejedora, empezó haciendo pantuflas para los turistas, pero los abrigos para los genitales ganaron por afano en popularidad. Tuvo tanta demanda que contrató un pequeño ejército de tejedoras y comenzó a dar cursos de 90 minutos para enseñarles cómo tejer los "cubrepenes".
Ocurre que los inviernos en las montañas de Croacia son tan severos que la congelación era un problema serio para los hombres de antaño, especialmente cuando andaban a caballo.
Para evitar un daño permanente en sus genitales, comenzaron a usarse los abrigos llamados "nakurnjak". De acuerdo con Radmilla, "las esposas pensaban que si las partes privadas de sus maridos se mantenían calentitas, ellos permanecerían fértiles e incrementarían la probabilidad de tener hijos". Y esto resulta gracioso porque en los países cálidos ocurre precisamente lo contrario: se cree que los hombres deben mantener al muñeco fresquito para mejorar la fertilidad.
Los abrigos para el pene se hacen a pedido, así que se necesita tomar las medidas del miembro del cliente, como en los viejos tiempos. Si el cliente es tímido, pueden tomarse ellos mismos sus medidas y luego decírselas a Radmilla. "Todo el mundo quiere XXL, aunque con un M alcanza y sobra. Así es el ego masculino", dice Radmilla con toda razón.
La cuestión es que la mujer esta contentísima con este revival, que le está dejando buenas ganancias. Fue invitada a hablar sobre sus productos en los Estados Unidos donde planea entregarle un regalo personalizado al mismísimo Barack Obama. Vamos a ver cómo se las arregla para saber las medidas del presidente. Si no logra averiguarlas, mejor que sobre y no que falte.