Se conocieron los primeros resultados del examen toxicológico a Matthew Perry 

Los agentes que investigan la muerte de Matthew Perry están desconcertados luego de que se revelaran los resultados preliminares del examen toxicológico hecho al cuerpo del protagonista de Friends.

El conocido sitio TMZ detalla que el artista no sufrió una sobredosis de fentanilo o de metanfetamina, ya que las pruebas iniciales descartaron la presencia de estas drogas en los restos del actor.

El estudio preliminar solo puede dar cuenta de posibles drogas que hayan incidido en una posible sobredosis. Los investigadores aclararon que para analizar si hubo alguna combinación medicamentosa que haya producido la muerte van a tardar entre 4 y 6 meses.

Recién con todos esos datos, sumados a los de la autopsia que ya se le hizo al cuerpo, el Cuerpo Forense podría definir las causas de la lamentable muerte del comediante, que tenía 54 años.

Al descartar el fentanilo y la metanfetamina, la Policía de Los Ángeles empieza a tejer una hipótesis clara: la posibilidad que el actor haya consumido un medicamento recetado, pero en dosis dañinas o bien que haya habido alguna descompensación muy puntual en el momento de sumergirse en el jacuzzi.

Lo que desconcierta a los investigadores es que Perry había regresado en buen estado de jugar al pickleball el sábado por la tarde, antes de meterse en el baño. Quienes lo frecuentaban en los últimos meses coincidieron, puntualizó TMZ, que el actor estaba sobrio y muy feliz.

Cómo fueron las últimas horas de Matthew Perry

Lo que todavía intentan determinar los investigadores es la línea de tiempo de las últimas horas del actor para poder precisar qué pudo haber pasado con él. Perry estaba solo cuando murió. A media mañana, su asistente estaba al tanto que había ido a jugar pickleball al Riviera Country Club, un exclusivo lugar cerca de su mansión.

Una vez que llegó a su casa, el actor mandó a su empleado a hacer algo: es en este período de tiempo en el que se produce la muerte dentro del jacuzzi. Al regresar, el asistente llamó al 911 y los médicos no pudieron hacer mucho más: Matthew Perry había muerto ahogado.

En la mansión no encontraron ninguna droga ilegal, indicio que termina de confirmarse con los resultados toxicológicos: el actor no sufrió sobredosis.

Lo que sí hallaron fueron medicación recetada por los diferentes trastornos que padecía: antidepresivos, ansiolíticos y una droga específica para el EPOC que sufría hacía tiempo.

Además, los agentes policiales hallaron parches de nicotina, con lo que queda claro que Perry estaba intentando dejar completamente el cigarrillo debido al trastorno respiratorio que estaba sufriendo.