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Puntos en común del vecino violento de Palermo con el caso del Ingeniero Santos

Especialistas trataron el tema en el programa "Chiche en Vivo" y analizaron la situación del acusado. El rol del Estado y la violencia en aumento.

El caso del Ingeniero Santos es el antecedente más simbólico de un ataque de ira desatado ante una injusticia, situación en la que el Estado tiene una importancia determinante. El 26 de junio de 1990, Horacio Aníbal Santos persiguió a los jóvenes Osvaldo Aguirre y Carlos González, quienes le habían sustraído un pasacasete de su auto, y los asesinó a tiros. La actitud del hombre se relaciona en parte con la del vecino de Palermo que destrozó un auto a hachazos, al encontrarlo obstruyendo el garaje de su casa, vehículo que la grúa no retiró, a pesar de haber sido informada.

Eduardo Gerome, abogado penalista y exdefensor del "Ingeniero Santos", visitó el programa "Chiche en Vivo" para discutir el caso y dejó en claro que entre la situación de su excliente y la del vecino de Palermo existen diferencias fundamentales. "Esto tiene una característica muy diferencial del caso Santos. La acción es altamente condenable, no tiene justificativo alguno. No ganaba nada haciendo lo que hizo. Lo único que ganaba era vengarse", explicó.

"Esto es querer hacer justicia por daño propia. Esto refleja un antagonismo pero no hay una legítima defensa. Ya si el auto no le permitía cruzar el garaje, más lo estorbaba tenerlo destruido ahí, porque iban a tardar en sacarlo", dejó en claro el abogado.

Por su parte, José Luis Ferrari, criminalista especializado, expresó que el rol del Estado en este tipo de casos resulta determinante. Minutos antes, en el programa conducido por Chiche Gleblung había estado presente el Dr. Martín Ocampo fiscal general de la Ciudad de Buenos Aires. Ferrari comentó en relación al funcionario: "No se preguntan qué es lo que no hace el Estado. Él esto jamás lo atendió el llamado del contribuyente que llamó 4 veces  a la grúa", aunque dejó en claro que a pesar de la falencia, la actitud del vecino no se justifica.

El abogado Gerome, explicó que se hubiera tratado de "legítima defensa" si el hombre hubiese podido, simplemente, mover el vehículo. "Si yo con un camión lo empujo, lo arrancó y lo tiro para liberar la salida, es legítima defensa. Pero estas cosas suceden cuando hay ausencia del Estado. Cuando el ciudadano ve que no tiene apoyo del Estado, es el que se defiende con un arma en su casa", relató el especialista.