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Provincia: lo secuestran, lo llevan hasta su casa y lo golpean frente a su familia

Un hombre fue abordado por dos delincuentes en la localidad bonaerense de Ramos Mejía cuando se trasladaba en su automóvil hasta su domicilio. Una vez en su vivienda, lo lesionaron delante de su mujer e hijos y huyeron.

Los ladrones escaparon luego de que efectivos en un móvil policial que patrullaba la zona dieran un "sirenazo" de advertencia, ya que habían visto el auto mal estacionado en la puerta de la vivienda y sospecharon de un posible robo en progreso.

El hecho comenzó en la madrugada del sábado alrededor de las 2.30, cuando Jorge Faldo, empleado de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), conducía su auto Chevrolet Corsa por la calle Gaona al 2200, a tres cuadras de la estación de la línea Sarmiento de Ramos Mejía, en el partido bonaerense de La Matanza.

Faldo regresaba a su casa cuando fue abordado por los dos delincuentes, de alrededor de 20 años, quienes aprovecharon que la víctima había tenido que detenerse en un semáforo en rojo.

A punta de pistola y bajo amenazas, los ladrones lo forzaron a hacer el recorrido de unas 20 cuadras hasta su hogar, situado en Cardozo al 1660 entre Colombia y Malabia, en el barrio residencial Don Bosco, en Ramos Mejía.

Una vez allí, siempre amenazado por los delincuentes armados, Faldo no tuvo otra opción que dejarlos ingresar a su casa, donde su mujer e hijos se encontraban durmiendo. Al ingresar, los dos asaltantes que llevaban al hombre, se encontraron con la esposa de Faldo, docente, y sus hijos, un varón de unos 14 años y una niña menor.

Cuando toda la familia estuvo controlada, los ladrones comenzaron a revolver toda la casa en búsqueda de objetos de valor, mientras amenazaban y golpeaban a Faldo en la cabeza y el hombro para que les diera dinero.

Luego de guardar plata, alhajas y artículos electrónicos en una mochila, los asaltantes advertidos de la presencia policial, los ladrones corrieron hacia el fondo de la vivienda, donde un jardín trasero conecta con otra propiedad vecina, y lograron fugarse sin llevarse el botín obtenido, ya que arrojaron la mochila con lo robado en el pasto.

Para los investigadores, esta acción contribuyó a que los delincuentes se asustaran y escaparan sin tomar rehenes ni enfrentarse con la policía, dijeron los voceros.