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Plata Orinada: ¿Dan cursos para evadir perros que huelen dólares?

Los operadores turísticos no quieren perder clientes con las restricciones al dólar que se aplican en la Aduanas... Y entonces aparecen los que saben evadir controles y ofrecen soluciones increíbles. Enterate cuáles. Por Boimvaser.

Por Jorge D. Boimvaser

info@boimvaser.com.ar

Leíste bien el título. Plata orinada. No es el Plata Quemada que escribió Ricardo Piglia y que llevó al cine el brillante Marcelo Piñeyro. Pero también esta historia que nos contaron hacer horas podría servir en un futuro (cuando pase el temblor) para una película que se refiera a la incansable inventiva popular para sortear las vallas absurdas que le pone el poder de turno a ciertas restricciones.

Los grandes operadores de dinero no tienen inconveniente en sacar divisas del país. Ellos poseen "canastas de monedas" en las cuales se incluyen Bonos, títulos de deuda y esos papeles que el común de la gente ni sabe cómo se manejan.

Y así lo cuenta a DiarioVeloz.com un operador cambiario obviamente resguardando su identidad. "Los perros aduaneros detectan por el olfato los componentes químicos de la tinta de los billetes y del papel en que se imprimen. Pero los Bonos y esos títulos poseen otros aditamentos y además nadie dice que no se puede viajar con ellos. Quien los tiene los puede transportar en una valija o entre sus ropas, viajas a los centros mundiales donde se negocian (Suiza por caso) los vendes, te los pagan en dólares o euros y el dinero se deposita en Bancos de cualquier lado del mundo, muchos lo hacen en Uruguay donde el Pepe Mujica les otorga cada vez más posibilidades de confidencialidad..", nos dice con conocimiento de causa.

El problema sucede con el chiquitaje. Por caso un viaje de placer o luna de miel programada con tiempo y de pronto se arruina todo por las restricciones aduaneras.

Entonces acaba de aparecer en escena un personaje (o varios, nadie lo sabe aún con certeza cuántos son), a quien se conoce como "Ramón".

¿Conoces el tema de Kapanga que dice... "Ahí viene Ramón, la alegría de mi alma, ahí viene Ramón con la risa en su mirada..".

Ramón fue hace mucho tiempo el apelativo que se le daba a la marihuana (hoy tiene más de 100), pero en épocas que hablar de un porro era casi estigmatizante, se le daba ese nombre.

Hasta que lo detectaron los polis antidrogas que no entendían bien cuando en ciertos ambientes de fumadores bien entrenados todos hablaban de Ramón.

El grupo Kapanga homenajeó esa historia con un tema musical que a esta altura del juego parece casi una canción infantil. Volvemos al presente.

Alguna agencia de turismo cuyos clientes hoy no saben cómo salir del país para cumplir itinerarios programados hace tiempo, dicen que por ahí anda dando vueltas el "Ramón" que soluciona los dramas que puso Guillermo Moreno and compañy.

¿Qué tiene que ver la marihuana con evadir el olfato de los perritos de Aduana para sacar algunos dólares de mas si planeaste un buena luna de miel y te ganaste el dinero honradamente?

Esos chicos malos que responden al seudónimo de "Ramón" vienen evadiendo hace mucho los controles de los perros antidrogas con una técnica disuasiva copiada de los coyotes (contrabandistas de drogas) mexicanos.

"Si llegan a Buenos Aires fardos de marihuana de 50 kilogramos pasando todos los olfateadores de la ruta que viene del norte... ¿cómo no van a pasar unos fajos de billetes que pesan menos de 400 gramos cada 10.000 dólares?", se nos afirma..

Dicen que horas antes de salir del país, se envuelven los fajos de billetes envasados al vacío, se los pinta por fuera con una película detergente o resina pegajosa inolora... y después ya aislados los billetes se embadurna los paquetitos con una capa de orina que los aísla totalmente del olfato perruno.

Las moléculas del fluido corporal quedan adheridas al plástico aislante y no hay forma que los perritos la puedan oler, más aún, hasta aseguran que los animalitos son repelidos por el fuerte aroma de los componentes químicos que generan sus emanaciones.

¿Mito urbano? ¿Leyenda popular recién salida del horno? Aún no estamos seguros, pero la gente que difunde este servicio sostiene que por un precio módico el susodicho Ramón prepara los fajos a la vista de sus clientes para que vean que en ningún momento se cambian los billetes originales por papeles truchos.

Y que ya se produjeron bastantes operativos de distracción que posibilitaron evadir a los nobles perritos que adiestró la gente de la AFIP.

"Wellcome to Tijuana, con el coyote no hay aduana", canta Manu Chao.

¿Será así?