No baja los brazos: lucha por encontrar a la mujer de su vida
Un joven de 22 años espera descubrir una cura para el síndrome de Proteus, enfermedad que padece y que lo desfiguró completamente. Asegura que si su apariencia cambia, podría llegar a encontrar el amor.
Un joven, que padece una rara enfermedad que lo dejó con una cabeza, pies y manos gigantes, está buscando desesperadamente una cura para poder finalmente encontrar el amor, reseñó el dailymail.
Sain Mumtaz, de 22 años, está seriamente desfigurado por el síndrome de Proteus, que está causado que ciertas partes de su cuerpo sigan creciendo sin parar. Él ha sido aceptado por la población local en las afueras de Lahore, en Pakistán, pero su enfermedad le ha causado problemas médicos y le resulta difícil hasta moverse.
Se cree que Sain ha sufrido una variación única del síndrome de Proteus, que también afectó a "hombre elefante" Joseph Merrick, a causa de la deformidad simétrica en la cara y el cráneo.
Tristemente, Sian creía que su terrible aflicción era una maldición que le había otorgado un Dios vengativo, dejándolo apático y deprimido.
Pero amigos y familiares han mantenido su espíritu en alto y ahora está decidido a abrazar la vida. Los lugareños se refieren a él cariñosamente como su "amigo gigante" y están decididos a descubrir una cura para Sian, quien a su vez espera que podrá encontrar a la mujer de sus sueños.
Sain Mumtaz, de 22 años, está seriamente desfigurado por el síndrome de Proteus, que está causado que ciertas partes de su cuerpo sigan creciendo sin parar. Él ha sido aceptado por la población local en las afueras de Lahore, en Pakistán, pero su enfermedad le ha causado problemas médicos y le resulta difícil hasta moverse.
Se cree que Sain ha sufrido una variación única del síndrome de Proteus, que también afectó a "hombre elefante" Joseph Merrick, a causa de la deformidad simétrica en la cara y el cráneo.
Tristemente, Sian creía que su terrible aflicción era una maldición que le había otorgado un Dios vengativo, dejándolo apático y deprimido.
Pero amigos y familiares han mantenido su espíritu en alto y ahora está decidido a abrazar la vida. Los lugareños se refieren a él cariñosamente como su "amigo gigante" y están decididos a descubrir una cura para Sian, quien a su vez espera que podrá encontrar a la mujer de sus sueños.