Murió Brian Wilson, líder de The Beach Boys, a los 82 años

El mundo de la música despide a una de sus figuras más influyentes: Brian Wilson, cofundador de The Beach Boys y genio detrás de algunas de las composiciones más icónicas del siglo XX, murió este miércoles a los 82 años. La noticia fue confirmada por sus hijos a través de un comunicado publicado en sus redes sociales.

“Nos duele el corazón al anunciar el fallecimiento de nuestro querido padre, Brian Wilson. Nos faltan las palabras. Por favor, respeten nuestra privacidad en estos momentos de duelo familiar. Compartimos nuestro dolor con el mundo”, escribieron.

Brian Wilson fundó The Beach Boys en los años 60 junto a sus hermanos Carl y Dennis, su primo Mike Love y su amigo Al Jardine. Con ellos revolucionó el sonido del rock californiano y alcanzó la fama mundial gracias a éxitos como Surfin’ USA, I Get Around, Help Me, Rhonda y Good Vibrations.

Su obra maestra, Pet Sounds (1966), es considerado uno de los discos más influyentes de la historia de la música popular y fue clave en la evolución del pop hacia territorios más complejos, experimentales y emocionales.

Wilson no solo fue un innovador en el estudio de grabación: también fue una figura profundamente humana, marcada por años de lucha contra la depresión, la esquizofrenia y el abuso de sustancias. Estos conflictos personales lo alejaron varias veces de los escenarios, aunque nunca apagaron su capacidad creativa.

En su carrera solista, exploró sonidos más íntimos y conceptuales en discos como Smile, Imagination, Love and Mercy y The Lucky Old Sun, todos aclamados por la crítica.

Reconocimientos, homenajes y despedidas

En los 2000 volvió a los escenarios acompañado por la banda The Wondermints y participó de la gira del 50º aniversario de The Beach Boys en 2011, en una esperada reunión con la formación original.

Uno de sus últimos trabajos fue Brian Wilson Reimagines Gershwin (2010), un disco en el que rindió homenaje al compositor estadounidense George Gershwin, reversionando sus obras con un estilo muy personal.

Su historia fue contada en el documental Brian Wilson: I Just Wasn’t Made for These Times (1995), donde se mostró el costado más íntimo de un artista incomprendido, sensible y adelantado a su tiempo.

Hoy la música pierde a un pionero, a un soñador de armonías imposibles, y a un hombre que convirtió el dolor en belleza. Su legado vivirá para siempre.