"Mis mujeres me enseñaron todo"

Nació en el seno de una familia circense y el paso del tiempo lo arraigó a sus raíces mucho más. El orgullo, la pasión y la adrenalina que le genera la actuación en las carpas ambulantes, constituyen su presente y fortalecen su pasado. Flavio Mendoza (40) supo ganarse un lugar en el mundo del espectáculo, la televisión y la revista, sin embargo, sus ojitos brillan cuando el artista habla de su familia. El coreógrafo y jurado de "Bailando por un Sueño" nació en Nogoyá, Entre Ríos, su padre, Enrique Mendoza falleció hace una década, pero el vínculo con Zulma Guasconi, su madre, y su abuela, Telma Cimer, es estrecha, al igual que con sus tres hermanas, Patricia, Adriana, Silvina, y sus cuatro sobrinos, Bárbara (12), Ramiro (10), Camila (14) y Aylén (6). "Mis padres se conocieron en el circo. Papá iba todos los días a ver a mamá a la función y se ubicaba en la primera fila, así hasta que la conquistó, pero antes del primer café le pidió la mano a mi abuelo y fue tan profundo ese amor, que dejó todo lo que tenía en la ciudad y se aventuró con el circo. Aprendió a armar y desarmar la carpa, fue sostenedor de la fila humana en el trapecio, manejó camiones y por último, se dedicó a la administración", recuerda.

Para cada hermana el coreógrafo tiene un elogio y un lindo recuerdo. "Adriana trabajó en el último programa que Jorge Porcel hizo en el país, antes de radicarse en Miami. Era hermosísima y estuvo a punto de salir Miss Argentina, pero se casó y dejó todo. Es mamá de Bárbara y Ramiro, y actualmente trabaja en mis escuelas de danza y acrobacia, junto con Patricia, la menor, y la única soltera".

Silvina, en cambio, vive en Tucumán y cuenta su hermano que es la única que no tuvo relación con el medio. "Se dedicó a estudiar; le encanta la genética, se ocupa de sus chicos, Camila y Aylen, y ayuda a su marido muchas tardes a atender las farmacias", agrega el artista.

"Yo no sería nadie sin mi familia; las mujeres que están conmigo en la foto son mi vida; mi madre, mi abuela, mis hermanas, me protegieron siempre, me enseñaron todo. Cuando era chico se levantaban temprano para enseñarme lo que tenía que hacer en el circo", cuenta Flavio, sin dejar de alegrarse porque "Servian", su circo, acaba de instalarse pegadito a la entrada del Puerto de Frutos, en Tigre. También inaugurará una escuela de acrobacia y baile, en Rosario, y otra para fin de año en Palermo.

Este verano, además, debutará con un proyecto teatral propio, "Stravaganzza", en Carlos Paz.

—Y usted, ¿se encuentra preparado para conformar su propia familia?
—Me encantaría encontrar el amor; una persona que realmente me quiera de verdad, aunque a veces dudo y pienso que a los hombres les interesa la fama. Ojalá que el día de mañana llegue el amor sincero para formar una familia y en ese contexto pueda adoptar un niño.

El viernes 30 de septiembre hago una fiesta con mis amigos en el club SECLA, avenida Mitre 1351 (Avellaneda). Las entradas anticipadas están 20 para el hombre (con consumición) y 10 para la mujer (con consumición). Sino en puerta 30 y 20 respectivamente. Supongo que vas a venir...