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"Me dijeron que me iban a matar a mí y a mi familia"

El presidente de Nueva Chicago, Antonio Fusca, denunció esta madrugada que recibió amenazas de muerte tras los incidentes entre facciones de la barra brava del club que derivaron el crimen de uno de los hinchas.

"Me dijeron que me iban a matar a mí y a mi familia", contó el directivo de la entidad de Mataderos y apuntó a los integrantes del sector de "Los Perales", quienes, indicó, "me habían pedido una reunión para evitar futuros inconvenientes en las tribunas".

Esa reunión a la que hace mención Fusca se iba a llevar a cabo ayer por la tarde en el polideportivo de Chicago, hasta donde sorpresivamente llegaron integrantes de la facción "Las Antenas".

Esa irrupción de los hinchas derivó en un enfrentamiento que luego siguió en las inmediaciones del lugar y culminó con el asesinato de Agustín Alejo Rodríguez, de 25 años, en la intersección de las calles Lisandro de la Torre y San Pedro.

Sin embargo, los hechos de violencia no terminaron allí, ya que más tarde el grupo al que pertenecía la víctima irrumpió en el Hospital Santojanni para buscar al presunto asesino del joven, ya que creía que el autor del hecho había ingresado al centro asistencial para ser atendido por una herida de arma blanca.

En una entrevista con el programa "El Ascenso", que se emite por radio La Red, Fusca dijo que anoche declaró por casi tres horas en la comisaría 42da, ubicada a pocos metros del polideportivo.

En ese marco, admitió: "Mi mayor preocupación era que los chicos que concurren a la colonia de vacaciones no sufrieran ningún problema y pudieran ser evacuados por el sector de pileta".

Finalmente, el presidente de Chicago, quien asumió el cargo hace poco más de un mes, advirtió que "no pienso renunciar" y "no pienso pactar con ningún grupo de hinchas".