María Livia genera un milagro de fe en Salta
Dicen que la fe mueve montañas. La fe se puede ver en el modo de mirar de los peregrinos. En los ojos entrecerrados de los fieles que rezan. En las lágrimas que brotan de sus ojos. En las manos que se unen para agradecer o implorar perdón, intercesión o fuerzas. La fe, incluso, se puede oler. Y eso pasa en Salta, en el barrio Tres Cerritos.
La mujer del milagro, María Livia Galliano de Obeid, está casada desde 1970 y madre de tres hijos. Aseguran que "su vida hasta 1990 fue muy simple, como ama de casa cumpliendo sus deberes y llevando una vida muy tranquila y feliz en su hogar con su esposo y sus hijos.
Nunca imaginó ver a la Virgen y nunca lo pidió. A principios de 1990 comienza a tener las primeras manifestaciones sobrenaturales, siendo ella misma la primera sorprendida.
Un día escucha una voz interior que le habla, esta voz es extraordinariamente hermosa y sobrenatural, e inmediatamente produce un cambio en su corazón.
Estos coloquios se suceden a partir de allí con frecuencia. La voz que le habla se presenta como la "Madre de Dios".
Un equipo de DIARIOVELOZ.COM viajó hasta la provincia de Salta y vivió una experiencia única. Luciana Nanni, enviada especial, contó en primera persona su testimonio: "La fila apenas avanza. No se puede comer ni fumar ni reir. Sólo meditar, caminar, beber agua y estar en paz. Así transcurren unas cinco horas, hasta que se logra llegar a la "ermita", en donde María Livia Galliano, la mujer salteña que supuestamente recibe mensajes de la Virgen María desde 1990, otorga lo que se conoce como oración de intercesión".
Los "servidores", a quienes se identifica por los pañuelos celestes que llevan atados en el cuello, son los encargados de organizar a los fieles. Así, van llamando de a grupos para ubicarlos en largas hileras hasta que les toque el turno de recibir esa oración. En ese momento, dicen, cuando esta mujer de rostro pálido apoya su mano en el hombro de la persona, son Jesús y la Virgen quienes "interceden" para bendecirla. Y allí sucede lo que tantos llaman el "milagro": seis de cada diez peregrinos caen desplomados en el suelo terroso, algunos entre lágrimas y llantos; otros como desmayados y con los ojos cerrados.
Nadie los molesta. Los servidores (que se colocan uno atrás de cada persona) simplemente los sostienen para que no se golpeen al caer. Y allí se quedan hasta que se levantan solos, generalmente después de unos pocos minutos. "Sentí un mareo y estuve a punto de caerme", reveló nuestra cronista, que no llegó a desmayarse. Por su parte, otra persona que no quiso revelar su identidad manifestó: "Una paz interior que no había sentido nunca".
Cada sábado en Tres Cerritos, se repite la postal. El pasado fin de semana se hicieron presentes cerca de 20 mil personas. Según estiman los organizadores, hubo unas cuatro millones de visitas desde 2002 y en los últimos años, muchos aseguraron haber superado enfermedades después de visitar a la Virgen de Tres Cerritos.
Mirá todas la fotos y los videos de una experiencia en donde DIARIOVELOZ.COM fue testigo directo de un hecho estremecedor que conmueve al país.
Fotos y videos: Gentileza Luciana Nanni - Enviada especial.