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Luisana Lopilato y Michael Bublé

"A Michael le encantan las milanesas y el flan con dulce de leche", confesó Luisana Lopilato.

Uno de sus pedidos especiales, antes de firmar contrato con Pol-ka para hacer Lobo, la novela de El Trece, fue tener una semana libre al mes, para poder viajar y ver a su marido. Michael Bublé (36). Apenas Luisana Lopilato (24) tuvo sus días libres, voló a Canadá.

El veranito fue movido para ella: luego de pasar por Mar del Plata para presentar su primer libro, Luisana en casa, donde revela sus comidas favoritas, las recetas familiares y las que le gusta compartir con su marido, la actriz estuvo lista para comenzar con las grabaciones de la tira que protagonizan Gonzalo Heredia y Vanesa González, y también la filmación de Mala, la película de Adrián Caetano en la que comparte cartel con Brenda Gandini y Florencia Raggi.

-¿Cómo te organizás para trabajar y compartir tiempo con Michael?
-Estamos muy organizados. Estoy tres semanas en Buenos Aires y una afuera. El me acompaña, yo lo acompaño. Nos repartimos los tiempos. Más de dos semanas y media sin vemos nunca pasan. O viajo yo o viaja él.

-¿Es un requisito en los contratos?
-Sí. Para él es más fácil porque es el jefe. Yo soy una empleada. Estoy feliz porque me encanta trabajar en Pol-ka y Adrián (Suar) es un jefe de diez.

-¿Y qué cosas resignás para estar con él?
-Y. por ejemplo en Lobo no soy la buenita que está en todas las escenas porque no podría viajar. Mi personaje es el de Vicky Robledo, la que separa a la parejita. Pero pongo las cosas en la balanza y todo es positivo porque hago lo que me gusta y también viajo. No puedo tomar la responsabilidad de un personaje con muchas escenas.
Intento repartirme y la paso bien.

-Esta vida tan nómade, ¿hace que dejen los planes de ser padres para más adelante?
-No tan adelante. Quiero ser una mamá joven así que en dos añitos quien sabe... Hay ganas y el proyecto está cerca. Michael tiene muchas ganas. Me gustaría ser mamá antes de los 30 porque parece que después cuesta más recuperarse.

-¿Se radicarían en Buenos Aires?
-Eso se verá. Mientras sean bebés, podés ir y venir y quizá después nos movamos con profesores. Es algo que está hablado pero no sabemos qué va a pasar. Para entonces estaré más madura, me imagino, y no se qué decisiones podremos tomar.

-¿Vos seguís con tantas ganas de viajar?
-Me encanta viajar. Disfruto hacer la valija, subir al avión, ver una película, dormir.

-¿Qué te gustaría conocer?
-Africa. Quiero hacer un safari

-¿Estuviste de vacaciones en Disney?
-Siempre vamos a Disney porque tenemos una casa en Los Angeles y estamos a una hora. Nos encanta ir con Mike. Es como ir al parque de la Costa. Conocí Disney a las 19 años y creí que nunca más iba a volver. Nos gustan los juegos de apuestas, tipo kermesse. Cuando viajamos a diferentes lugares, preguntamos dónde hay kermesses. Nos gusta jugar y ganar ositos; después se los regalamos a los nenes.

-No tienen tiempo de aburrirse.
-No. En la pareja la que más se organiza soy yo. El tiene una estructura diferente, le dicen qué tiene que hacer día a día, y listo. Yo necesito proyectar, programar, inclusive para saber si puedo tomar clases de algo. Me gusta ir a lugares y hacer cosas.

-Publicaste un libro de cocina, ¿cuál es tu receta afrodisíaca?
-El momento de cocinar es seductor de por sí. En mi caso, sin embargo, cuando cocino no me gusta que me molesten. Mike sabe cocinar muy bien así que me da instrucciones y entonces le digo: cuando cocino yo, vos te vas de la cocina.

-¿Y qué le gusta comer?
-Las milanesas, que no conocía. Las sopas. El plato que más me gusta de él es baby chiken wings, unas alitas de pollo al homo bien crocantes.

-¿Quién lava los platos?
-Si no hay lavavajillas, cocino yo y lava él o al revés.

-¿Y dulces?
-No le gustan los dulces pero muere por el flan con dulce de leche. -Toca en el Luna Park en marzo, ¿cuándo vienen dónde paran? -En nuestra casa. Tenemos una en Buenos Aires, otra en Los Angeles (Estados Unidos) y otra en Vancouver (Canadá).

-En casa, ¿quién organiza todo?
-¡Yo! En casa y cuando viajamos. Nos levantamos a tal hora, vamos a tal lado. Nos gusta ir a correr, jugar al tenis, patinar sobre hielo. Mike también es muy activo.

-Alguna vez quisiste ser cantante, ¿qué pasó con eso? Ahora que tenés productor?
-Siempre está presente esa idea. Pero él canta tan lindo... Soy feliz viéndolo a Mike y a sus éxitos.

-Es como un noviazgo, nada de rutinas.
-Siempre decimos que los viajes nos ayudan porque nos extrañamos, nos encontramos en diferentes lugares del mundo. Nunca pasa más de un mes, apenas dos semanas. Siempre todo es nuevo y nunca te agitás. El día a día, me imagino, es duro. Debe ser difícil mantener una relación de muchos años de casados; mis papas lo lograron y los suyos también. Nosotros nos amamos, proyectamos una pareja y los dos tenemos la misma imagen de familia.

-¿Aprendiste a hablar inglés y él español?
-Yo aprendí, sí. Y él habla poquito español pero va a terminar aprendiendo. Además mis hijos van a hablar español.

-¿Cómo te llevás con tus suegros y cuñadas?
-Bárbaro. Son como mi familia, así me hacen sentir cuando estoy con ellos. Hablamos por teléfono todos los días y nos escribimos.