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Libia: Periodistas extranjeros fueron detenidos por fuerzas de Khadafi

Un grupo de 35 periodistas extranjeros que llegaron a Libia para cubrir los acontecimientos del conflicto armado en este país africano, se encuentran retenidos en un hotel de Trípoli por seguidores del líder libio Muammar Khadafi.

La información fue revelada hoy por periodistas de las cadenas británica y estadounidense BBC y CNN respectivamente, quienes junto a los otros 33 colegas están dentro del hotel Rixos sin que les permitan salir del mismo.

De acuerdo al relato, los hombres leales a Khadafi amenazaron a un camarógrafo del canal de televisión ITN con una metralleta AK 47, informó el reportero Matthew Price a la agencia de noticias DPA.

"Hay un gran nerviosismo entre los periodistas", que estiman que francotiradores leales a Khadafi siguen apostados en los tejados, sostuvo Price, quien agregó que durante la noche la situación "se agudizó notablemente".

El reportero de la CNN Matthew Chance, por su parte, informó que el suministro eléctrico se interrumpió y durante la noche hubo "huéspedes" que deambulaban con velas e iban buscando por el hotel de lujo algo que comer.

Los intentos de convencer a los hombres armados de que dejasen partir a los extranjeros fracasaron y en la mañana de hoy no se podía llamar por teléfono al hotel.

El Rixos es el hotel en el que las fuerzas de Khadafi obligaron alojarse a los primeros periodistas extranjeros que llegaron a Trípoli, pero a medida que los rebeldes fueron ganando posiciones en la capital libia, los movimientos de los trabajadores de prensa fueron limitándose hasta la actual prohibición a salir.

El último contacto con el exterior lo tuvieron el lunes por la noche, cuando uno de los hijos de Khadafi, Salim al Islam, llegó a bordo de un tanque, los sacó y les hizo una recorrida por la ciudad para mostrarles el apoyo que aún conservaba el régimen en sectores de la población.
Finalizada la recorrida fueron llevados al hotel y ya no pudieron volver a salir. Ayer, según varios relatos, debieron refugiarse en el sótano y utilizar chalecos antibalas para resguardar su seguridad.