La “promo” de las tapas de empanadas que expone la crisis: menos unidades, mismo precio y una trampa disfrazada de oferta
Una reconocida marca comenzó a vender paquetes de 22 tapas de empanadas en lugar de las tradicionales 24. Lo presenta como una promoción, pero detrás del envase brillante hay una realidad menos sabrosa: te quitan producto sin que baje el precio.
Ir al supermercado se convirtió en un deporte de riesgo en los últimos años en Argentina. Tal es así, que ya no basta comprar segundas marcas o hacer una compra para el día a día. Sino que ahora también, las primeras marcas se han sumado a una “promo” poco clara y bastante confusa. En el mundo del consumo cotidiano, las estrategias comerciales evolucionan. Algunas son honestas. Otras, no tanto. En las últimas semanas, muchos compradores notaron una “novedad” en las góndolas de supermercados y almacenes: los paquetes de tapas de empanadas, que históricamente se vendían por docena (12 unidades) o en packs de dos docenas (24), ahora vienen en presentaciones de 22 unidades. Y lo que es más llamativo: se presentan como una promoción.
Pero, ¿dónde está el beneficio para el consumidor si lo que antes eran 24 unidades ahora son solo 22? ¿Desde cuándo perder producto es parte de una oferta?
La respuesta parece estar en una jugada de marketing. Al cambiar el número de unidades, la marca evita tener que subir el precio directamente. En lugar de aumentar el valor del paquete, simplemente te da menos. El famoso “shrinkflation”, del que habla el sitio WikiEconomía: te cobran lo mismo por menos cantidad, pero con un envoltorio que grita ¡promo! para disimular el golpe.
“No parece mucho, pero si uno compra dos paquetes ya perdió el equivalente a cuatro empanadas”, comenta María, una vecina de Villa Urquiza, mientras compara precios en la heladera del súper. “Y encima es difícil darse cuenta, porque el diseño del paquete es casi idéntico al anterior”, observa.
Este tipo de estrategias ya se han visto en otros productos: paquetes de galletitas con menos gramos, botellas con cuellos más largos pero menos líquido, y ahora... tapas de empanadas más caras disfrazadas de ahorro.
Otro producto que también se ha sumado a esta iniciativa es el azúcar: algunas marcas lanzaron el paquete de medio kilo para paliar la crisis y poder tener una tacita de este producto que antes pedía algún vecino recién mudado. Eso sí, cuando sacas la cuenta, no sale lo mismo 500 gramos de azúcar de un paquete de un kilo que el novedoso producto. O sea, terminás pagando por el paquete de medio, menos que lo que sale el de 1 kilo, pero si llevaras dos unidades, terminaría costando más.
Pero el fenómeno no ocurre solo en Argentina. En Australia, según detalla una nota de The Guardian, ocurrió algo parecido con un desodorante corporal: “Woolworths, la mayor cadena de supermercados de Australia, enfrenta críticas por vender un antitranspirante Brut reducido de 75g a 50g a un precio más alto”. En tanto que en EEUU, una caja pequeña de los conocidos pañuelos de papel Kleenex (nuestras Carilinas) tiene ahora 60 pañuelitos, cinco unidades menos que hace unos meses. El envase de yogur Chobani Flips ofrece hoy 4,5 onzas (127,5 gramos), comparado con las 5,3 (150 gramos) de hace poco.
En el Reino Unido, una lata de Nescafé Azera Americano tiene hoy 90 gramos, en lugar de 100.
En la India, el jabón para lavar platos Vim pesa 135 gramos, comparado con los 155 de siempre.
La reducción del tamaño de los envases y los productos no es algo nuevo, según los expertos. Pero prolifera durante épocas de alta inflación.
La próxima vez que te tientes con una promo en la góndola, vale la pena hacer una cuenta rápida. Porque en tiempos de inflación, cada empanada cuenta.
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