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La guerra entre Paloma Herrera y Marcelo Tinelli

La bailarina se refirió al programa "Bailando por un sueño" y opina que nadie va a bailar para popularizar la danza sino por ser "figureti". Palo para Piquín.

Analía Melgar Será por sus 35 años de edad, o por sus veinte años de experiencia como estrella del American Ballet de Nueva York, o por el reciente final de su pareja con Fernando Aldazábal: lo cierto es que Paloma Herrera parece hoy más plantada, más determinante, más contundente en algunas de sus declaraciones.

Conserva la amabilidad de siempre, pero se anima a algunas afirmaciones no poco polémicas. La gran bailarina argentina, niña mimada de los balletómanos de Estados Unidos y del mundo, está en Buenos Aires, a punto de protagonizar este domingo y el martes que viene El Corsario, en el Teatro Colón, con Guillaume Côté como su partenaire. Antes de eso, circularon frases duras de Paloma vinculadas a "Bailando por un sueño" y a Hernán Piquín.
Aquí, desmiente algunas y explica mejor otras.

—¿Qué atractivos tiene para vos y para el público una obra como "El Corsario"? —Es un clásico, como Don Quijote, como El lago de los cisnes. Tanto para el público que sabe de ballet, como para el que no sabe tanto, es una excelente obra. Pasa lo mismo con la ópera: si uno empieza con una ópera de Wagner, parece complicada, difícil.

También hay ballets difíciles, para entendidos. En cambio, El Corsario tiene música conocida, el pas de trois típico que hacía Nureyev; la producción es atractiva. Es muy bueno para tener una primera buena impresión del ballet.

—¿Qué pensás sobre la difusión del ballet entre nuevos públicos? —Es muy importante que en la Argentina exista la posibilidad de entrar al Colón y hacer la escuela gratis y por audición libre, es decir, entran los mejores, no los que pueden pagar. Esto no es así en todo el mundo, pero en la Argentina sí. Soy muy orgullosa de decir que soy un producto argentino.

Por eso, cuando vengo al país, dentro de que puedo hacer, trato de participar con responsabilidad en espectáculos que sean interesantes. Si alguien viene a ver a Paloma Herrera por mi nombre, me importa que se quede tan enganchado con el espectáculo, que después, aunque yo no baile, siga yendo al ballet.

—¿Creés que el ballet tiene algo elitista? —No, yo he bailado en el Luna Park y ha estado lleno, con público maravilloso.

Siempre he tratado de luchar con el tema los precios, para que a mis funciones venga la gente que me quiera ver, y no los que puedan solamente.

—¿La televisión favorece la difusión del ballet? —(Piensa, duda, suspira) Es un tema muy espinoso. Depende de qué se da, con qué calidad, y cómo se presenta. Hay que ver hasta qué punto es positivo, y hasta qué punto no. Puede dar a entender que cualquier persona puede bailar, o que hay que bailar para ser famoso y tener el éxito fácil. La gente se confunde: quiere bailar para ser conocida, ser figureti. No es mi forma de ver las cosas.

Yo amo el arte, mi carrera, y soy feliz con ella, pero no me dediqué a la danza para hacerme famosa o por dar una entrevista.

—En Estados Unidos y en MOMENTOS. Paloma, feliz con sus padres. Sonriente al lado de la Presidenta. En Nueva York, donde lleva veinte años como primera bailarina del American Ballet.
fotos: cedoc perfil Inglaterra comenzaron los concursos de danza por televisión.
¿Los has visto? —No, no los veo nunca, no veo mucha televisión.

—¿Y el programa de Marcelo Tinelli? —No, tampoco, no sé. Sé que hay discusiones, y se pierde el foco de la danza. Si es gente que quiere ser famosa, yo la respeto. Cada uno tiene sus gustos. Hay gente que mira películas para distraerse; a mí me gustan las películas para pensar. Si en "Bailando por un sueño" la gente se divierte, me parece fantástico, ¡pero no me vengas a decir que eso está ayudando al mundo del ballet! ¡No! La gente que le tiene pánico a ir al Teatro Colón, ve el programa de Tinelli y le sigue teniendo pánico al Teatro Colón.
Son dos cosas completamente diferentes y no podemos confundir las cosas. Son públicos diferentes; a la gente que le gusta el baile popular, se divierte, genial, pero no por ver el programa va a ir al Colón. Ahí se pone hincapié en las discusiones, en el show, más que en el mundo de la danza.

Entonces no está ayudando a popularizar el ballet. Pero no quiero seguir con esto porque en realidad yo no hice ningún comentario sobre el programa recientemente.

—¿No te referiste al programa como mediocre? —No, para nada, nunca vi el programa, por lo tanto no puedo hablar.

—¿Hiciste algún comentario sobre Hernán Piquín? —Para nada. Ya me preguntaron esto y respondí lo que estoy diciendo. Me preguntaron: "¿Vos pensás que el programa de Tinelli ayudó muchísimo a la difusión de la danza?". Sólo digo que sí populariza el baile, pero no la danza.

—Una labor como la que realizó Julio Bocca, ¿sí ayudó a difundir la danza? —Sí, por supuesto. Para difundir el ballet, uno tiene que ir con espectáculos tratando de atraer al público con cosas de calidad, atractivas, para que la gente se enganche, y que de a poco se vaya acercando.

—¿Qué significa cuando decís que el programa confunde con la idea de que cualquier persona puede bailar? —Una niña puede estudiar ballet, pero no le puedo asegurar que vaya a tener una carrera; sería muy cruel prometérselo.

Uno puede poner todo de sí y no entrar en una compañía.

No porque me esfuerce todo el día y esté agarrada de la barra, tengo seguridad. Se necesitan muchas cosas: no solamente los pies, las piernas, sino una personalidad y ese algo especial que hay artistas que lo tienen y otros que no.

Mucha gente sigue ballet, pero de ese montón pocos llegan.

Hay cosas que son f í sicas: uno nace con a b e r t u r a o no, con lindos pies o no, con br a z o s que son muy cortos o? Ahora, una persona que, pobre, es medio espástica, por supuesto puede bailar y ser muy feliz, pero hay que ser objetivo y hacerle saber que, aunque se mate, no va a tener una súper carrera.

—¿Te has involucrado en proyectos que no son estrictamente de ballet? —He hecho mucho de modelaje, he sido la cara de algunas marcas, pero mostrándome siempre como persona, yo, Paloma, no como una modelo, porque yo no hago eso, nunca lo hice; la publicidad no es lo mío, es sólo una veta dentro de lo que hago.

—¿Qué pensás de la participación de Mijail Baryshnikov en episodios de "Sex and the City"? ¿Y vos, participarías en algo así? —Yo lo adoro a él, me causa gracia verlo. El ha sido siempre súper estricto con la compañía, y está bueno verlo en una situación completamente diferente a como uno acostumbra a verlo. Respecto de mí, uno como artista siempre tiene las puertas abiertas para poder elegir qué hacer y qué no.

Fuente: Diario perfil