La dura infancia de El Polaco: su papá era adicto y la mamá apenas podía mantenerlo con un plan

Tras conocerse su participación el Bailando 2016, Ezequiel "El Polaco" Cwirkaluk empezó a tener cada vez más participación en los medios. En este marco, otorgó una extensa entrevista en la que habló de todo: su pasado con las drogas, su dura infancia, su relación la Karina "La Princesita" y cómo es su presente.

En diálogo con la revista Pronto, el cantante contó que en su relación con sus hijas (Sol y Alma, de 9 y 3 años), él es "un nene más": "Juego mucho y trato de hacer con ellas lo que no hicieron conmigo de chico, que es prestarles atención", relató.

Al respecto, explicó que su infancia fue muy dura, que su padre era adicto y su madre pasaba por ciertas necesidades: "Vivía con mi papá, Juan Carlos, mi mamá, Mariana, y mis dos hermanos menores, Jonatan y Rocío. En principio tuve una vida más o menos normal, pero después hubo situaciones feas. Ahora mi viejo está bien y no quiero lastimarlo, pero hubo un tema de adicciones por parte de él que hizo que las cosas se pusieran jodidas. Por las adicciones perdió todo lo que tenía. Estuvo internado en diferentes centros de rehabilitación. Mientras tanto, mi vieja tuvo que bancar a los tres chicos con 150 pesos que cobraba por un plan de familia. Tuve que crecer de golpe", contó el renombrado cantante tropical.

Siguiendo con lo dura que fue su infancia, El Polaco contó que a los 13 años decidió internarse en un centro cristiano de Córdoba para que su madre no tuviese que preocuparse por una boca más para alimentar. "No tenía ningún tipo de adicción. Me interné porque no quería molestar en mi casa. En realidad, era una especie de hogar cristiano que se llamaba Reto a la vida. Un refugio donde vivían chicos con adicciones y otros que no tenían dónde vivir. Yo me fui seis meses ahí para sacarle un peso de encima a mi mamá", recordó.

En cuanto a su relación con Karina La Princesita, contó que siente mucha admiración por ella y por su música: "La escucho, me fascina lo que hace, es una genia". Un recuerdo igual de cariñoso guarda para sus siete años en pareja: "Fue todo un aprendizaje para los dos. Yo tenía 19 y ella 20, fue duro ser padres de tan jóvenes, pero no me arrepiento de nada. Son etapas de la vida que hay que poder pasar para madurar", concluyó.