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Jesús María 2011: Raly Barrionuevo mostró sus zambas y chacareras en el festival

Barrionuevo cantó en la apertura de la tercera noche, donde también actuaron Claudia Pirán y Los de Alberdi. Al cierre, Luciano Pereyra

Sin alejarse un ápice de lo que pronosticaba el Servicio Metereológico, un cielo parcialmente nublado y un viento leve del sur acompañaron la tercera jornada de argentinidad en Jesús María, detalle que el público no tomó en cuenta y se acercó masivamente hasta el anfiteatro José Hernández. Hasta la medianoche llevaban vendidos unos 8.000 tickets y todo hacía prever que podían igualar o superar al primer domingo de la edición 2010, cuando se computaron 8.220 entradas vendidas.

Incluso, durante la jornada hubo lugar para la llovizna, un rato por la tarde, otro rato antes de las 22, y cerca de la medianoche aunque nunca llegó a preocupar ni al público ni a los organizadores.

La emoción popular fue creciendo en forma paralela a la faena que fueron dejando los jinetes en la verde gramilla del campo, a partir de las 19.30, minutos después de que Luciano Pereyra terminara la prueba de sonido.

El espectáculo dejó satisfechas a las tribunas más allá de que el trabajo en la categoría Crina Limpia fue malo para los jinetes porque anduvieron de porrazo en porrazo y muy pocos pudieron mantenerse en pie. Mejor fue la tarea para la categoría Bastos con Encimera Lisa donde hubo menos caídas, pero caballos que no se prestaron demasiado al rebencazo del montador. En el campeonato no hay ninguna sorpresa todavía y están prendidos los de siempre: Ramón Córdoba, Gustavo Jacobo, José Fabián García, Fernando Vílchez, Cristian Rollari, Simón Kloster, y Damián Milovich, entre otros.

La previa de la televisión fue animada por el crédito local Ana Rodríguez que encendió tímidos aplausos con una zamba y un escondido. Después vendrían Los Auténticos de Córdoba, agrupación que encabeza el productor Ariel Carrascosa, y que desengranaron varios temas del Chango Rodríguez, incluyendo la inédita Zamba para mi guitarra, y que concluyeron su actuación con La Balandra, el último éxito que alumbraran en 1968 Los de Córdoba.

La primera y merecida ovación se la llevó Raly Barrionuevo, criollamente vestido de bombacha, boina, camisa y botitas "academia" que estableció una relación particular con el público joven que le respondió cantando casi todas sus canciones. Raly repitió el guiño de rocanrolear con su canción dedicada al "Che" Guevara. Después, se escondió un rato detrás de bambalinas para que pudieran dar por inaugurada la tercera jornada para la televisión con el clarín, las buenas noches de Néstor Ramello y los fuegos artificiales.

Acompañado sólo por su guitarra, Barrionuevo se despachó con Zamba y acuarela, mientras una bailarina con síndrome de down y un bailarín hacían la coreografía correspondiente. En plan efectista, el músico santiagueño enhebró al hilo Chacarera del exilio, Circo criollo, y Somos nosotros para despedirse en medio de la algarabía tribunera.

La voz consagrada

Un gran acierto de programación fue colocar a la sanjuanina Claudia Pirán, casi pegado a Barrionuevo, porque arrolló al público con su potentísima voz y su sencillez escénica.

Logró un silencio respetuoso y un generoso aplauso cuando interpretó el clásico de Cacho Castaña Para vivir. La cantora que fue consagración el año pasado en Jesús María invitó al escenario al músico de Venado Tuerto José Galante, para hacer otro clásico de los Visconti, Odiame alma mía.

Finalmente el recompuesto Luciano Pereyra, para deleite de los presentes y los que siguieron el espectáculo por televisión (Canal 10 en Córdoba y el Siete para el resto del país), cantó hasta las 3 de la mañana.

Un palenque enano

Durante la madrugada de la segunda jornada y producto de años de forcejeo, tuvieron que proceder al reemplazo del palenque número uno que estuvo a punto de quebrarse. La sorpresa para los jinetes fue toparse con un palenque enano, sin pintura, y sin publicidad que, sin embargo, cumplió a la perfección con su función.

Un lamentable accidente

El Rebusque, caballo del tropillero Asat, se dio con el gusto de derribar su jinete, José Hernandez de San Juan, pero su bravía le valió que se quiebre la pata derecha trasera y que se retirara del estadio en tres patas. Los que saben del tema, aseguraron que lo más probable era que sacrificaran al animal porque su quebradura no tenía arreglo.

El primer susto

Ramón Feinger fue el primer jinete en recibir una brutal coz del reservado El Jaguar de Mesa, momentos después de haber sido derribado. El hombre que representa a Corrientes recibió una patada en la zona de la espalda y quedó tendido unos minutos en el campo hasta que fue atendido y llevado en ambulancia por el servicio de emergencias.

La banda sorpresa

El grupo chileno Illapu estuvo en el escenario el sábado, después de muchos años. Pero hasta el día anterior, no figuraban ni en la grilla del Festival de Jesús María. En conferencia de prensa, los músicos dijeron que sabían que su nombre no apareció nunca (actuaron en lugar de los Kjarkas), pero que eso no les complicaba demasiado: "Lo más importante es lo que pasa en el escenario", dijo. De hecho, fueron los que cerraron la transmisión televisiva. En el Martín Fierro repasaron los temas de sus 40 años de carrera.