Intimidades y secretos de la Cumbre
Una suite Real para los reyes de España, y el humor de los marplatenses: entre el orgullo y el malhumor.
Los reyes Juan Carlos y Sofía no pueden quejarse de falta de espacio en Mar del Plata. La suite Real del Gran Hotel NH City en el que fueron alojados para participar de la Cumbre Iberoamericana tiene 1.500 metros cuadrados.
La amplitud se corona con una impactante vista al mar, aunque por el momento solo la delegación española pudo disfrutar de esa vista porque desde hace varios días que a la suite del cuarto piso no puede ingresar nadie.
Para la ciudad es un acontecimiento la presencia de Juan Carlos I porque es el primer soberano que visita Mar del Plata.
La mandataria argentina también se alojará en el hotel que ella misma reinauguró en 2008, en otra suite a puro lujo ubicada en el piso superior al que estarán los reyes.
Orgullo y malhumor marplatense
Una mezcla de orgullo y malhumor muestran los marplatenses por el desarrollo de la XX Cumbre Iberoamericana. Si bien la ciudad no vive la tensión que tuvo durante la Cumbre de las Américas de 2005, con marchas en repudio a la presencia de George W. Bush, lo cierto es que las medidas de seguridad son extremas y complican a los residentes.
Un perímetro de 15 cuadras alrededor las sedes de la Cumbre fue restringido tres días antes del inicio de las deliberaciones por lo que los vecinos que quedaron dentro del cerco deben mostrar credenciales para ingresar a sus casas.
"Yo no sé por qué no lo hacen en otro lado. Si tienen el complejo de Chapadmalal, que lo hagan ahí", se quejó un taxista cansado de las vallas que limitan el tránsito y que solo pueden franquear los 300 autos de alta gama que trasladan a las delegaciones o los distintos vehículos de Policía y Gendarmería.
Del otro lado, los organizadores se mostraron orgullosos porque estas cumbres -la del 2005 y la de ahora- permiten instalar la marca Mar del Plata en el exterior.