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¿Humo?: dicen que discusión está encaminada

* Por Sergio Dattilo. Los principales medios brasileños reflejaron ayer en títulos catástrofe lo que calificaron como «fracaso» en las negociaciones comerciales con la Argentina.

Los sitios electrónicos reproducen dichos de una alta fuente del Gobierno brasileño que dice que «las negociaciones no vienen fáciles; la Argentina insiste en pedir la rápida liberación de los automóviles pero no ofrece casi nada a cambio. Así es imposible negociar»,

El diario O Globo, titula: «Reuniones sobre barreras comerciales terminan sin acuerdo»; sus colegas del Estado de Sao Paulo es«Fracasa intento de acuerdo entre Brasil y Argentina» y el Folha do Sao Paulo coincide: «Fracasa acuerdo Brasil-Argentina para acabar con las barreras».

El «Estadao» recoge declaraciones de ayer del ministro de Industria Fernando Pimentel, quien calificó de «buenas» las reuniones del subsecretario de Industria brasileño Alessandro Tei con su par argentino Eduardo Bianchi que concluyeron el martes en Buenos Aires, pero que acto seguido admite que de la misma no surgieron resultados prácticos.

Como se recordará, Brasil está impidiendo el ingreso de automóviles fabricados en la Argentina a su territorio, en represalia por medidas similares aplicadas por nuestro país a una amplia gama de productos brasileños que van desde la maquinaria agrícola a las zapatillas.

Lo grave del caso es que la próxima reunión está prevista recién para dentro de 15 días, lo que sin dudas agravará el panorama -que ya empieza a complicarse- en las terminales automotrices argentinas, muchas de ellas «brasileño-dependientes» por estar integradas a las de sus mismas marcas del otro lado de la frontera.

En O Globo se lee que «Bianchi no hizo declaraciones, pero fuentes del Gobierno de Cristina de Kirchner se mostraron preocupadas con la crisis bilateral y lamentaron que Brasil no dé respuestas en relación al acceso a su mercado con la inmediatez que exige la Argentina».

Curiosamente, su par Teixeira declaró que «no vinimos a Buenos Aires a cerrar un acuerdo; estamos trabajando para diluir problemas». El Gobierno argentino, en un comunicado oficial, había indicado que «las partes avanzaron en las negociaciones que apuntan a liberar gradualmente las licencias pendientes».

Cabe recordar además que, si bien el centro de la discusión son los siete mil automóviles semanales promedio que se exportan a Brasil, el Gobierno de Cristina de Kirchner también tiene presentados reclamos por la detención en la frontera de embarques de vinos, cítricos y lácteos. Desde ya, su peso en la balanza comercial bilateral es mínimo en relación con el que tiene la industria automotriz.

Desde Brasilia, las quejas por las demoras (que en algunos casos, indican los medios de ese país, llegan a los 300 días) para autorizar la entrada de mercadería a la Argentina se dirigen a calzados, acumuladores, neumáticos, electrodomésticos, alimentos (la Argentina exige un certificado sanitario) y maquinaria agrícola. Esos productos representan cerca del 25% de las ventas brasileñas a la Argentina, y -dicen desde el otro lado de la frontera- el Gobierno no cumple con el plazo de 60 días establecido por la WTO (Organización Mundial del Comercio) para resolver licencias no automáticas.

Un caso casi insólito pero que ejemplifica la crisis lo constituyen los neumáticos, cuya falta por el cierre de la importación ya creó un mercado paralelo de gomas robadas, que se ofrecen por internet y que se entregan a domicilio. Se ha dado el caso de que víctimas de esos robos terminaron pagando «rescate» por sus propios neumáticos, que debieron abonar más caros que nuevos a quienes se los habían hurtado.

Otro caso inverosímil fue el de los huevos de Pascua, una importación ya tradicional desde Brasil que este año faltaron en muchas mesas. La incipiente caída del consumo, sin embargo, disimuló este faltante, que se hace patente en otros rubros de la cadena alimentaria, como es el caso de algunos insumos (chocolate, coco y hasta café).