El portero del caso Ángeles Rawson, preso: ¿asesino o perejil?

"Chiche" Gelblung debatió en su programa "70.20.HOY", por canal 9, acerca de la causa Ángeles Rawson, la joven que apareció muerta en el basural de José León Suáez, junto al periodista de policiales Mauro Szeta y el licenciado en Criminalística Enrique Prueger, quien fue la primera persona en dudar del portero del edificio en el que vivía Ángeles.

Cabe recordar que el portero, Jorge Mangeri, quedó preso por el asesinato de la joven, siendo el único culpable hasta el momento. Tras varios giros en la causa y con pocos datos concisos, la investigación está bajo secreto de sumario.

"Lo lógico era revisar los lugares posibles en donde se podría haber manejado basura", manifestó Gelblung en el programa. "Si fuera el portero, hay que decir que tuvo la sutileza criminal de plantar el cuaderno en la Panamericana, por ejemplo", dijo y abrió el debate en torno a si Mangeri es realmente asesino o un perejil.

"Habría que revisar si el día que apareció el cuaderno, el portero se estaba movilizando. Pero el solo hecho de que la victima haya sido transportada hablamos de alguien que tiene conciencia criminal y forense. Por eso hay que investigar si su personalidad condice con esta información", manifestó Enrique Prueger.

En tanto, Szeta declaró que "según declaraciones del jefe de homicidios, el único autor material es el portero". Y agregó: "Dijo que el portero manifestó que fue un accidente y después quiso tapar su muerte".

"Se decía que el portero estaba prófugo, pero esto no fue así. A él lo ubican porque estaba en la casa de otro amigo portero a quien le cuenta la historia de que lo cruzó una patota, lo secuestró y lo lastimó. Inmediatamente, el amigo llama a la mujer de Mangeri para contarle lo que le pasó a su marido, quien estaba muy asustado", expresó Szeta.

Beatriz, una vecina del edificio continuo al que vivía Ángeles brindó su testimonio: "A Jorge lo veía todos los días a jorge porque hace 11 años que vivo acá. Es un hombre muy respetuoso, muy simpático y jamás note ningún trato extraño ni miradas lascivas. Estoy muy triste por la situación. No lo veo como culpable por lo que conozco de él", dijo . Y agregó: "Él hablaba con los vecinos y los otros encargados. Se lo veía como un hombre perfecto".