DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

El mentalista silencioso

Algunos le atribuyen poderes especiales y otros suponen que es mudo. Sus presentaciones aterrorizan, pero todo está bajo control.

Durante una reunión surgió una amena charla sobre brujos, adivinos y los poderes paranormales. Mientras algunos defendían su credulidad y otros argumentaban su escepticismo sobre el tema, irrumpió alguien del primer grupo intentando utilizar un ejemplo convincente para sostener su postura. Fue así que comentó que había visto un video en Internet donde "un tipo mudo hacía cosas extraordinarias con el poder de su mente y sin trucos".

Lo primero que me llamó la atención fue escuchar lo del "tipo mudo". Contuve mi ansiedad y antes preferí preguntarle acerca de lo que había visto y tanto le impactó. Pasó a su relato y describió a un personaje extraño, de mirada profunda y con un atuendo muy particular. Repitió que era mudo y realizaba las cosas totalmente privado de la visión. Hacía participar a tres personas del público para que sostuvieran tres objetos: una bolsa con sal, una tabla de madera y un ananá. Dos espectadores sostenían con sus manos la bolsa y la tabla respectivamente, mientras que al tercero le hacía colocar el ananá sobre su cabeza.

Hecho esto, el misterioso mudo sellaba sus ojos con cera caliente de una vela, luego se vendaba y cubría totalmente su cabeza con papel aluminio. En estas condiciones y en menos de un minuto, el sujeto se acercaba a cada uno de los espectadores y apuñalaba la bolsa, rompía la tabla con un golpe de nunchaku y cortaba al medio el ananá con una katana. Todo a ciegas y con una pasmosa seguridad de su parte, pero que no atenuaba las exclamaciones de pánico por parte de la gente.

Dicho relato me resultó suficiente para identificar de inmediato al personaje del que me estaba hablando aun cuando no mencionara su nombre. No era mi intención desilusionar a esta persona pero me sentí en la obligación de aclararle ciertas cosas.

A continuación saqué el celular de mi bolsillo y le mostré a este ingenuo amigo la foto de una maqueta que estaba armando para ver si le resultaba familiar. Ni bien la observó, me miró con asombro y exclamó: "sí, es ése, es el mudo". Le indiqué que mirara al pie de la misma y leyera las dos palabras en relieve que identificaban la imagen. Y, con cierta dificultad, dijo: AARON CROW.


Paso a explicarle

Primero y principal le señalé que no había sido testigo de un poder paranormal y que tuvo el privilegio de disfrutar del excelente acto de un destacado mentalista a nivel mundial, cuya originalidad y virtuosismo ya le tienen reservado un lugar entre las grandes estrellas de la historia del Ilusionismo.

Le expliqué que Aaron Crow, cuyo verdadero nombre es Ronny Verbeke, es un ilusionista belga (46) que encarna el personaje de un guerrero o espadachín y utiliza sus conocimientos en artes marciales para sus actos de ilusionismo.

En su presentación más conocida -que es la que mencionó este amigo-, Crow mantiene viva (además de la llama de la vela) una vieja tradición del mentalismo: el acto de "visión sin ojos" (o "Supravisión" como él prefiere llamarlo). Como el nombre lo indica, consiste en realizar diversos prodigios (reproducir escrituras, dibujos, leer textos, conducir automóviles, motos, etc.) después de obstaculizar la visión con uno o varios objetos (monedas, vendas, pañuelos, cinta adhesiva, algodones, capuchas, etc.).


Los ilusionistas están acostumbrados a que el público profano suela asociar estas presentaciones a verdaderos poderes paranormales. También son conscientes de que algunos embaucadores hacen alarde de estas supuestas capacidades y se ven obligados a desenmascararlos.

Pero, desde ya, esto último no es el caso de Aaron Crow, quien es un fiel exponente del buen mentalismo y utiliza su talento con el único fin de asombrar y entretener. Y vaya si lo logra.

En 2003 obtuvo el segundo premio (el primero estuvo desierto) en "Mentalismo", tras competir con sus pares en el XXII Campeonato Mundial de Ilusionismo,  organizado por la Federación Internacional de Sociedades Mágicas (FISM) en La Haya (Países Bajos). A partir de este importantísimo reconocimiento, su ascenso artístico no se detuvo y viajó por el mundo deslumbrando con la "Supravisión".

Pero su salto a la popularidad vendría diez años después con su participación en el conocido reality "Britain's Got Talent" y que, precisamente, es donde lo vio mi amigo. 

Dicho esto, sólo me restaba aclararle que Crow no es mudo y que su silencio forma parte de su mayor toque de originalidad en la puesta en escena. Para que no le queden dudas, le mostré un reciente encuentro de Crow y Uri Geller donde éste no ahorra elogios hacia su colega y alcanza para confirmar que fuera del escenario: Crow habla.


Fue gratificante que mi amigo quedara convencido y por último le recordé: cuando el talento sobra, las palabras también.