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El insólito "fallo Agrest": cuando la Justicia está en contra de la "justicia"

Ezequiel fue asesinado, y Casación consideró que el homicidio fue culposo porque el que lo mató no sabía usar el arma.

Sebastián Pantano, hijo de un expolicía, asesinó el 8 de julio de 2011 a Matías Agrest que había ido a la casa de una compañera, y Pantano intentó asaltarlo y, tras una pelea, lo mató de un disparo en el pecho. En la primera instancia, el tribunal falló que el asesino fue condenado por homicidio simple, pero luego la Cámara de Casación modificó la deliberación y consideró que fue un homicidio culposo por imprudencia, ya que Pantano no sabía utilizar la pistola y además no tenía seguro.

Este fallo absurdo, junto a otras "historias" judiciales, fueron analizadas por Diana Cohen Agrest, mamá de Ezequiel, que fue entrevistada por "Chiche" Gelblung y comentó cómo la teoría abolicionista del derecho, que consiste que la misma Justicia defiende a los delincuentes, ya que no determina la culpa, está destruyendo el valor "justicia".

En ese sentido, Cohen Agrest trató de explicar cuál fue el argumento utilizado por la Cámara: "Uno de los argumentos del fallo de casación es que no se tiene noción si el arma utilizada estaba dentro de la casa donde estaba Ezequiel. El padre de la chica de la casa es pediatra y la madre es maestra". Sobre este punto, la madre de Ezequiel dio un dato revelador: "Este chico (Sebastián Pantano) tenía cuatro condenas anteriores. La libertad que le concedió la Justicia de Morón por una de esas causas hizo que después matara a mi hijo".

"En nuestro sistema penal hay una teoría que cuando una persona muere por un delito en realidad no es culpa de nadie, sino es culpa de la situación. Por ejemplo en mi caso se plantea si Ezequiel no hubiera ido a la casa de la chica. Eso está escrito en libros de derecho penal. Las últimas dos generaciones de abogados fueron formados por este ideario abolicionista. Además, cuanto más descabellados son los fallos más ascienden en la carrera judicial. Y por último también tiene que ver el negocio judicial, porque la libertad se paga, y esa plata se reparte", argumentó Cohen Agrest.

A su vez, la madre de Ezequiel se refirió a dos casos emblemáticos con condenas absurdas: "Una chiquita de 9 años fue violada por un vecino, que además quedó embarazada y se confirmó que el bebe era hijo del violador, de 70 años. El hombre fue a la cárcel y luego apeló y los jueces lo liberaron porque a la nena no le hicieron una pericia y como no se pudo demostrar que hubo penetración, se admitió que el semen corrió por la pierna de la chica y por eso quedó embarazada. Lo insólito además es que el mismo violador vive en la casa de al lado de la nena".

"La causa del accidente de los chicos de 'Ecos' quedó en la nada porque el juez que desestimó el delito porque el primer juez omitió interrogar al chofer del micro y por ese error procesal se finalizó la investigación", comentó.

Pero el momento más duro para Cohen Agrest fue continuar con su vida "pese a la ausencia" de Ezequiel: "La vida no se recompone más. Uno está preparado para la muerte de los padres, de los amigos, de la pareja, pero nunca de un hijo. Es un dolor que no se puede erradicar y que se que me va a acompañar hasta el último día de mi vida".

"La justicia está fallando cualquier cosa y tergiversa los hechos. El arma letal que tienen los jueces es la interpretación de la ley", cerró.