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"El Conjuro 2": ¿una nueva historia real? (I)

Análisis del histórico y controvertido caso "poltergeist" que inspiró la película.

Por Enrique Márquez

@ladislaomarquez

El 9 de junio pasado, con un gran éxito de taquilla, se estrenó en nuestro país la película de terror "El Conjuro 2". Un film de James Wan que intenta rescatar desde la ficción una vieja historia sobre un supuesto caso poltergeist en Inglaterra. Y sin duda alguna, es un inmejorable modelo de cuando la ficción supera ampliamente la realidad.


El "poltergeist de Enfield"

Es el nombre que quedó instalado en la literatura parapsicológica para identificar una serie de sucesos presuntamente paranormales que se produjeron, en 1977, en una casa familiar británica ubicada en el 284  de Green Street, en Brimsdown, Enfield. El hogar estaba habitado por Peggy Hodgson y sus cuatro hijos: Margaret (13), Janet (11), Johnny (10) y Billy (7).


A fines de agosto de ese año, la madre comenzó a alarmarse por ruidos y movimientos extraños de muebles que se producían en el dormitorio de sus hijas. Primero acudió a su vecino Vic Nottingham y luego llamó a la policía.

Carolyn Heeps, una de las agentes de la Policía Metropolitana que concurrió a la casa el 1º de setiembre, luego declaró a la BBC Scotland que fue testigo del movimiento inexplicable de una silla.


El 4 de setiembre Vic Nottingham se puso en contacto con el periódico Daily Mirror. El periodista Douglas Bence y el fotógrafo Graham Morris fueron al domicilio e informaron que vieron volar piezas de Lego por el aire y que una de estas golpeó al fotógrafo en la cara. A partir de ese momento, y con una gran nota de tapa, el caso quedó expuesto y etiquetado públicamente como "La casa de los sucesos extraños" [Daily Mirror, 10-09-1977]. 


Intervienen los parapsicólogos

Al día siguiente y por sugerencia de la señorita O'Keeffe, secretaria de la Society for Psychical Research (SPR), Maurice Grosse (1919-2006) aceptó visitar a la familia Hodgson. Una semana después se le sumaría otro miembro de la misma entidad, el escritor Guy Lyon Playfair.

Ambos siguieron el caso durante varios meses y Playfair terminó publicando un libro sobre esta aventura con final anunciado: This House is Haunted (1980). Décadas después, su relato fue utilizado para una adaptación televisiva en tres episodios de la mini-serie "The Enfield Haunting" (2015).


La intervención de estos parapsicólogos no sólo incrementó la supuesta actividad paranormal, sino que también dio motivo para que los medios periodísticos mantuvieran su interés en el caso. Grosse lideró la investigación instalando cámaras fotográficas y registrando muchísimas horas de audio con su grabador.

En diciembre apareció un nuevo condimento que sumó más curiosidad pero expuso aún más la ingenuidad de los cazafantasmas. La jovencita Janet (11), siempre epicentro de todos los sucesos, comenzó a emitir voces guturales que hicieron suponer que provenían de algún espíritu o varias entidades desencarnadas que se expresaban a través de ella. Una de esas voces fue identificada como la de Bill Wilkins, un hombre que había fallecido anteriormente en esa casa.


¿Evidencias?

A pesar de haberse transformado y persistido como un caso célebre para los medios periodísticos y cinematográficos, las pruebas aportadas en su momento fueron tan precarias y de nulo valor científico, que hasta en el ámbito parapsicológico reinó el escepticismo.

Dentro de esa extraordinaria precariedad de testimonios sin pruebas, grabaciones de voces, golpes, ladridos y silbidos, la credulidad imperante enarboló un par de episodios como muestra fuerte de la paranormalidad del caso.

Una de ellas fue una serie de fotos en la que se ve a Janet volando por el aire y que fue interpretada como una "levitación de la niña poseída". Fue obtenida por Graham Morris, el fotógrafo del Daily Mirror, quien ubicó en el dormitorio de las niñas una cámara fotográfica con control remoto que ―activada desde afuera― tomaba una foto cada 4 segundos. Y una de esas fotos pasó a ser el emblema del poltergeist de Enfield.


Pero si uno observa toda la secuencia, la fantástica levitación deja de ser tal y se transforma en un gran salto de la jovencita.


Afortunadamente existe más material documental que permite elaborar una conclusión. Este fue apenas un aperitivo de lo mucho que se puede analizar, pero será en la próxima entrega.