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El álbum de fotos de los mellizos

A una semana del nacimiento de sus hijos, Florencia de la V abrió las puertas de su hogar y mostró la intimidad de una etapa en la que asegura que "todo lo que hice en mi vida fue para este momento". Entrá y mirá las imágenes en DiarioVeloz.com

Jura que al escuchar los llantos desde la sala de neonatología supo que eran sus hijos: "Mi corazón parecía una Ferrari. Me acerqué y les dije al oído: 'Tranquilos, mamá está acá", contó a CARAS, Florencia Trinidad sobre el momento que la cambió para siempre: "En ese primer abrazo sentí que ellos eran prolongaciones de mi cuerpo, partes de mí. Nada se comparará jamás con esa sensación".

Los mellizos, nacieron el 25 de agosto en San Diego, California donde ahora viven los cuatro junto a su marido Pablo Goycochea en una pequeña comunidad costera, a la espera de las condiciones legales que posibiliten el retorno al país, estipulado entre el 10 y el 15 de septiembre.

"Estamos festejando su primera semana. Ahora comprendo lo que tantos papas me decían cuando me ganaba la ansiedad en las madrugadas de insomnio: ¡duerman ahora! Las noches se hacen difíciles, pero nada que no se solucione con esas muecas que nos derriten. Duermo cuatro horas por día, pero ellos logran sacarme una fortaleza que no sabía que tenía. ¿Eso es el instinto, no?", contó emocionada y feliz como nunca.

Pero, este presente nunca lo había imaginado antes: "Hace cuatro años no te alzaba un chico, pero de repente empecé a notar que había situaciones que me enternecían, como un impulso que dominaba mi atención y me cuestionaba: "¿Qué pasa. querés ser mamá? ¿Realmente es mi proyecto de vida?. Pero el tema se hizo inevitable hace dos veranos, mientras protagonizaba y producía Livin la vida loca en Carlos Paz. Sé que el haber debutado como productora me dio una sensación de solvencia inédita. Por primera vez me sentí muy segura: estaba a punto caramelo".

Sobre cómo tomó su marido, padre de tres hijos adultos, los intensos deseos de maternidad de ella, contó: "Pablo es un gran compañero. Fueron muchos meses de charla y meditación, juntos e individualmente, porque las giras nos mantenían varias semanas separados. Fue una decisión compartida de algo realmente deseado. Ese mismo verano de 2009 pusimos en marcha la investigación y contactamos a representantes de la clínica especializada, líder en maternidad por subrogación".

Con respecto a la decisión de la subrogación en el extranjero ante la posibilidad de adoptar en el país, Florencia contó que en un primer momento "pensamos en la adopción, pero yo aún no tenía mi documento con mi identidad. Lo obtuve tiempo después, cuando los trámites de la subrogación ya estaban avanzados. Era otro momento del país, y las leyes nos lo hacían sentir muy lejano. Recordemos que tampoco se hablaba del matrimonio igualitario".

"Después de todo, no debo rendir explicaciones de esta decisión tan personal a nadie. La finalidad era ser mamá, y simplemente optamos por esta vía. Punto", señaló justificando además, que prefiere no revelar el nombre de la institución que la ayudó a ser mamá y menos la suma que debió pagar.

"Estar "embarazada" fue el mejor estado de mi vida. Sentí que llevaba a mis hijos durante esos nueve meses con una plenitud y una felicidad que no experimenté jamás. Es cosa de locos, pero noté que mi piel cambiaba y hasta me crecían las lolas. Pero lo que más me sorprendió fue el cambio en mi carácter: soy otra. Comencé a frenar un poco, a vivir con más calma y llorando a mares porque todo me sensibilizaba", concluyó.