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Desmantelaron el campamento de los indignados de Nueva York

El parque Zucotti fue limpiado luego del desalojo de los manifestantes. Sin embargo, aún no se definió el futuro del movimiento.

La ofensiva en contra de los campamentos de Ocupemos Wall Street en todo el país alcanzaron el martes el epicentro del movimiento cuando la policía sacó a los manifestantes de un parque en Manhattan y un juez falló que su libertad de expresión no amparaba el montar un campamento por meses. Era un potencial revés devastador. Si la gente vuelve al parque Zucotti no se les permitirá llevar tiendas de campaña, bolsas de dormir ni algún otro equipo que permita convertir el área en una ciudad provisional de disidentes.

Sin embargo, los manifestantes se comprometieron a continuar con su mensaje de protesta en contra de la codicia corporativa y la desigualdad económica, ya sea en el parque Zucotti o en algún otro sitio por designar como nueva sede. "Esto es mucho más grande que una plaza en el sur de Manhattan", señaló Hans Shan, un organizador que trabaja con iglesias para encontrar lugares para que los manifestantes puedan pernoctar. "Uno no puede desalojar una idea cuyo tiempo ha llegado".

El juez de la suprema corte estatal Michael Stallman defendió el desalojo de los manifestantes luego de una apelación de la Asociación Nacional de Abogados.

Los manifestantes han acampado en el parque Zucotti de propiedad privada desde mediados de septiembre. El alcalde de la ciudad de Nueva York Michael Bloomberg señaló que él ordenó la redada debido a que las condiciones de salud y seguridad se han vuelto "intolerables" en la abarrotada plaza. La operación fue realizada a mitad de la noche "para reducir el riesgo de una confrontación" y "minimizar el trastorno del vecindario", agregó.

La noche del martes, algunos manifestantes pudieron volver al parque de dos en dos. Pero sólo se les permitía llevar una pequeña bolsa. Los manifestantes realizaron una asamblea general en la que discutieron temas como dónde y cómo podían recuperar sus pertenencias que habían sido tomadas en la redada y opciones para seguir adelante, incluyendo apelar la decisión del juez.

Sin embargo, algunos manifestantes creían que la pérdida del parque Zucotti podría ser una oportunidad para extenderse y descentralizar la protesta para darle poder de permanencia. "La gente está reconociendo que necesitamos construir un movimiento aquí", declaró Shan. "A lo que nos hemos dedicado no se trata sólo de ocupar un espacio. Esa es una táctica".

Pero sin un lugar dónde congregarse, los manifestantes tendrán dificultad para comunicarse masivamente. Los líderes del movimiento pasaron la mayor parte del martes reuniéndose en grupos pequeños en la ciudad, en sótanos de iglesias, en plazas públicas o en esquinas, transmitiendo planes en aislados mensajes de texto y correos electrónicos.

Pete Dutro, cabeza de las finanzas del grupo, declaró que la pérdida del campamento original del movimiento abrirá el diálogo con otras ciudades. "Todos sabíamos que esto pasaría", agregó. "Ahora es momento para que nosotros no nos apartemos del parque Zucotti y tengamos diferentes sitios de ocupación por toda la ciudad".

La redada agresiva al parecer marcó un cambio en la manera en que la ciudad está lidiando con los manifestantes de Wall Street. Apenas hace una semana, Bloomberg le informó en privado a un grupo de ejecutivos y periodistas que él pensaba que los problemas en el parque habían sido exagerados y que no requería una intervención inmediata.

La redada en Nueva York fue la tercera en tres días en alguna ciudad grande de Estados Unidos. La policía desmanteló los campamentos el domingo en Portland, Oregon, y el lunes en Oakland, California.

El momento de la acción no pareció ser coincidencia. El martes, las autoridades admitieron que departamentos de policía a través del país consultaron entre sí sobre formas no violentas de despejar los campamentos. Oficiales en 40 ciudades participaron en el debate por conferencia telefónica.

Cuando la policía de Nueva York inició su operativo a la 1 de la madrugada, la mayoría de los activistas del movimiento Ocupemos Wall Street estaban durmiendo.

Llegaron cientos de agentes de policía y colocaron lámparas potentes para iluminar la cuadra. Entregaron avisos del propietario del parque, Brookfield Office Properties, y de la ciudad señalando que la plaza debía ser desocupada porque se había vuelto insalubre y peligrosa.

Muchas personas se fueron, llevando sus pertenencias con ellas. Otras trataron de resistir, tomándose de los brazos e incluso enlazándose con cadenas para aseguramiento de bicicletas. En minutos, la policía antimotines había entrado al parque, rasgando tiendas y lonas. El aire se llenaba con el sonido de las lonas rompiéndose, camiones de basura, gritos y cosas cayendo al suelo. "Estaban tirando todo", señaló Dennis Iturralde, un manifestante que es cocinero en Manhattan. "Le estaban pegando a la gente, las rociaban si no se movían lo suficientemente rápido".

El comisionado de la policía neoyorquina, Ray Kelly, informó que unas 200 personas fueron arrestadas, entre ellas decenas que intentaron oponerse al desalojo y trenzaron sus brazos para formar un círculo compacto en el centro del parque. Para las 4:30 de la mañana, el parque estaba vacío, totalmente limpio sin rastros del campamento que se había instalado en el lugar desde el 17 de septiembre. Tiendas de campaña y bolsas para dormir fueron retiradas y echadas a la basura. Trabajadores utilizaron máquinas de lavado para dejar limpio el piso de piedra de la plaza.

El concejal dominicano Ydanis Rodríguez figuró entre los detenidos. Otro funcionario, el concejal Jumaane Williams, aseguró el martes por la tarde en rueda de prensa que vio a Rodríguez sangrando mientras era introducido en un vehículo policial.

Kelly, aseguró que no fue informado de ninguna lesión provocada contra el funcionario dominicano y agregó que Rodríguez fue arrestado cuando intentó cruzar la línea policial para llegar hasta los manifestantes de Ocupemos Wall Street.

La reportera Karen Matthews y el fotógrafo Seth Wenig de AP fueron detenidos junto con otras ocho personas luego de que siguieron a manifestantes a través de un hueco en una valla para entrar en un parque, de acuerdo con un reportero de la AP y otros testigos. Matthew Lysiak, del Daily News de Nueva York, también fue arrestado en el parque, de acuerdo con testigos y el Daily News. Los arrestos de Matthews, Wenig y Lysiak fueron invalidados y fueron liberados apenas unas horas después.

Julie Walker, periodista independiente de radio, señaló que fue arrestada bajo cargos de alterar el orden público cuando caminaba varias cuadras al norte del Parque Zuccotti después de cubrir el operativo que expulsó a los manifestantes. Afirmó que un policía la tomó del brazo en dos ocasiones y que la arrestó después que preguntó el nombre y número de placa del oficial.

Temprano en el día, otro juez emitió órdenes temporales de restricción que al parecer impedía a la ciudad impedir que los manifestantes reentraran al parque, pero fue unilateralmente ignorada por la policía y los funcionarios de la ciudad.

En contraste con las escenas de hace unas semanas en Oakland, donde un desalojo similar se volvió caótico y violento, la policía actuó ordenadamente en comparación. Sin embargo, algunos manifestantes se quejaron de haber sido golpeados por la policía y empujados al suelo.