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Crimen del padre de Gastón Bustamante: la fiscal no descarta la hipótesis de un brote psicótico de la mujer, principal sospechosa

Florencia Salas aclaró que la principal sospechosa por el asesinato tomaba medicación.

Una vez más, la casa de la familia Bustamante en Miramar fue el escenario de un crimen brutal. En 2011, Gastón, de 12 años, fue asesinado en su propia habitación, en lo que se cree que fue un intento de robo. El agresor lo golpeó en la cabeza y lo estranguló. Ocho años después, la mamá del adolescente quedó detenida por ser la principal sospechosa de la muerte de su marido. Carlos, de 66 años, fue atacado el sábado y murió por la gravedad de las heridas. La fiscal del caso no descarta, dentro de todas las hipótesis, que el detonante del episodio haya sido un brote psiquiátrico de la mujer.

En diálogo con TN, la fiscal Florencia Salas confirmó que la única detenida por el hecho, Verónica González, se negó a declarar. Tras la muerte de su esposo, que ingresó de urgencia en el hospital por fractura de cráneo y mandíbula, ahora la imputan por "homicidio agravado por el vínculo".

A pesar de que están en una instancia prematura de la investigación, Salas sostuvo que era de público conocimiento que la acusada tenía un perfil psiquiátrico, ya que tomaba medicación. Y que por eso no les sorprendería su reacción violenta.

Otra de las hipótesis giraría en torno a una discusión matrimonial o referente al asesinato del hijo que tenían en común, un caso que todavía sigue impune. Aunque Salas remarcó que para esclarecer el móvil será clave la cooperación de González y su entorno familiar, que podría señalar algún cortocircuito en la pareja.

La fiscal remarcó que gracias a las pericias de la Policía Científica, el exhaustivo examen médico de la víctima y la autopsia tendrán más indicios para avanzar con el expediente.

"Ahora vamos a tener muchísimas más pruebas. Para nosotros, el hecho tiene relación con alguien del fuero íntimo. No había puertas ni ventanas forzadas que dieran indicio a un robo. Y los perros de los vecinos, que suelen alertar cuando aparece un desconocido, no ladraron. El atacante tenía acceso a la vivienda", argumentó en referencia a las evidencias que apuntarían contra González.

A su vez, Salas indicó que no terminan de coincidir los horarios que la mujer le dio a determinados familiares y que las lesiones de Bustamante corresponderían con esos baches. En la misma línea, sostuvo que a la víctima la atacaron dos veces. "Estudiamos dos escenarios en donde se produjo la violencia. En una primera etapa, fue en una de las habitaciones. Y después en el living, en donde lo encontramos", agregó.

El joven de 12 años fue asesinado la mañana del 21 de noviembre de 2011 en la casa que compartía con su madre y con su hermana, Rocío. El adolescente fue atacado en su dormitorio, en donde lo golpearon en la cabeza y luego lo estrangularon con una media.

La principal hipótesis fue que entraron a robar a la vivienda, pero el chico habría reconocido a su asesino. Quince días después del crimen, la policía detuvo a Julián Ramón, el novio de la hermana de la víctima. Habían encontrado sus huellas dactilares en un televisor 14 pulgadas, en la habitación donde mataron al chico.

Sin embargo, los indicios se fueron cayendo desde principios de ese mismo mes, lo que derivó primero en que beneficiaran al acusado con un arresto domiciliario y, finalmente, en su sobreseimiento por falta de pruebas. Al día de hoy, la Justicia no ha podido encontrar al responsable del hecho.