Corrida sangrienta en Madrid: toros hieren gravemente a matadores
Por primera vez desde 1979 se debió suspender la velada taurina después de que todos los toreros disponibles cayeran lesionados por la furia de los animales.
Aún a pesar de las críticas a raíz de la crueldad que implica, las corridas de toros son una tradición cultural muy fuerte en España. Sin embargo, el martes pasado ocurrió una suerte de revancha: tres matadores terminaron corneados en el suelo.
David Mora fue el primero de la tarde en la duodécima edición de la Fiesta de San Isidro celebrada en Las Ventas de Madrid, pero su toro le ganó, lo corneó y el matador frustrado tuvo que salir de la plaza en andas para ser operado.
Antonio Nazaré fue el encargado de matar al toro de Mora, pero el siguiente animal tuvo su revancha a los pisonotes y corneadas, y el torero salió de la arena en camilla.
Tras sufrir un "traumatismo en la rodilla derecha con probable lesión de ligamentos", los médicos emitieron un diagnóstico de "pronóstico reservado que le impide continuar la lidia", explicaron en un comunicado.
David Mora fue el primero de la tarde en la duodécima edición de la Fiesta de San Isidro celebrada en Las Ventas de Madrid, pero su toro le ganó, lo corneó y el matador frustrado tuvo que salir de la plaza en andas para ser operado.
Antonio Nazaré fue el encargado de matar al toro de Mora, pero el siguiente animal tuvo su revancha a los pisonotes y corneadas, y el torero salió de la arena en camilla.
Tras sufrir un "traumatismo en la rodilla derecha con probable lesión de ligamentos", los médicos emitieron un diagnóstico de "pronóstico reservado que le impide continuar la lidia", explicaron en un comunicado.
Entonces salió el tercer matador, Saúl Jiménez Fortes, para lidiar este segundo toro. El diestro recibió dos cornadas, aunque logró matar al astado antes de dirigirse a la enfermería, donde los médicos confirmaron dos heridas por asta de toro de 10 cm en el muslo derecho.
Por primera vez desde 1979 se debió suspender la velada taurina después de que todos los toreros disponibles cayeran lesionados por la furia de los animales.