Cocaína y ajedrez: Las blancas mueven primero – Tercera parte
Un axioma proveniente del lenguaje del juego ciencia lo dice todo. Los narcos siempre se anticipan a sus perseguidores.
Por Jorge D. Boimvaser
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Hace muy pocos años, una autoridad del gobierno de Barak Obama que participa en el mundo de la represión al narcotráfico lo dijo casi en términos apocalípticos: "Hasta que no aparezca una generación que prefiera no consumir narcóticos, la guerra contra las drogas está perdida".
O sea, mientras haya demanda de cocaína en el mundo la oferta va a existir siempre. Es la ecuación que regula cualquier negocio y cualquier mercado en el mundo entero. En Europa Asia, y la Argentina también.
Que las Naciones Unidas informen que el consumo en la Argentina es cada vez más creciente no sorprende a ningún observador del submundo de los narcóticos. Esas cosas se ven en las calles, se observan en los grupos de amigos o sociales y que nunca sale en las crónicas periodísticas. Cada vez más demanda, cada vez mas redes de ofertas y no hay operativo de prevención e inteligencia que les pueda ganar de mano.
Para quienes no conocen los pormenores del ajedrez, una pequeña información acerca del juego ciencia. Todas las partidas comienzan cuando mueve el jugador con las piezas blancas. Se considera una gran ventaja, el jugador con blancas siempre lleva un movimiento más que su oponente. Y en un juego científico, estar una movida adelante ayuda y mucho.
El axioma llevado al narcotráfico es igual: Las blancas mueven primero. Cuando los organismos antidrogas descubren un sistema de ocultamiento de cargamentos multimillonarios, los cárteles ya han abandonado ese sistema e intentan uno más sofisticado y original. Por eso llegan siempre primero y aunque a veces se decomisen toneladas de narcóticos, la plaza –al menos en la Argentina-, nunca se seca. Siempre hay droga de sobra en las calles de los grandes centros urbanos para quienes quieran consumirla.
Un solo ejemplo que muestra la certeza de eso que "las blancas siempre mueven primero".
Cualquiera que conoce esta historia sonríe cuando se menciona el asunto de "la línea de flotación de los barcos". Es quizás la historia paradigmática de la inteligencia narco para burlar a las agencias antidrogas.
Todos saben qué es la línea de flotación de un buque. En el reglamento marítimo internacional toda nave debe tener señalizada esa línea, que se traza entre la parte sumergida del barco y su parte seca, sin añadir peso alguno. La línea se traza solo con el peso original del barco.
Años atrás, en algunos puertos españoles (zonas turísticas principalmente, donde los fines de semana zarpaban centenares de embarcaciones hacia alta mar), las autoridades civiles y militares tenían información que algunas embarcaciones cargaban droga muy lejos de la costa y regresaban con ella a puerto.
Imposible controlar una por una. Por tanto la estrategia era observar la línea de flotación de los barcos al regresar a costa. Obvio que si el barco tuviera una carga exagerada de acuerdo a su envergadura, la línea de flotación debiera estar por debajo del agua y allí se detectaría el contrabando.
Los narcos españoles permitieron que un par de barcazas cayeran en ese raid y fueran descubiertas por los líderes antinarcóticos.
Lo que no sabían los sabuesos es que la estrategia de los narcos fue hacerles suponer que la observación de esas líneas de flotación les podría proporcionar información delatora sobre el contenido de los buques.
Entonces –como en el ajedrez- aprovecharon la incredulidad o ignorancia de las agencias y movieron las piezas de otra manera
Las naves que serían utilizadas para cargar en alta mar fueron cargadas en puerto –lejos de la observación de las fuerzas antidroga-, se les marcaba la línea de flotación por caso con una o dos toneladas de peso, se las vaciaba de ese lastre artificial y se las enviaba a alta mar a buscar la carga de narcóticos.
Al falsificar la línea de flotación, entraban a puerto y para las autoridades que las observaban eran totalmente normales. La línea de flotación estaba en su nivel normal y la nave se iba descargando de a poco hasta que retomaba su altura original.
Así se pintaba y despintaba esa línea, lo que permitió entrar por los puertos españoles incalculables toneladas de narcóticos que una vez en tierra se distribuían con igual ingenio en toda Europa evadiendo controles aduaneros.
¿Otro ejemplo? Una Olimpíada en los 90 donde la delegación panameña ingresó toda la logística que acompaña a un team de béisbol. Fundamentalmente, chalecos y palos de los viejos, aquellos gruesos de madera.
Obvio, era una competencia deportiva con el estandarte de lo que significan las Olimpíadas. Unos días después, alguien observó un pequeño detalle. En esos juegos no había competencia de béisbol. Pero ya era tarde, los bates rellenos de sustancias que nada tienen que ver con el deporte habían traspasado las barreras aduaneras y seguido su camino predeterminado.
Línea de flotación o lo que fuere reconoce el axioma del juego ciencia: Siempre las blancas mueven primero.
La Argentina no es una excepción, lo diga o no las Naciones Unidas.