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Candidata en la ciudad o candidata a irse

*Por Werner Pertot. La diputada considera que si el elegido resulta ser Horacio Rodríguez Larreta debe darse por despedida del macrismo. La interna con el jefe de Gabinete crece día a día y los michettistas lo acusan de "apretar funcionarios para que digan que lo apoyan a él".

La interna del PRO, como se vive hasta ahora, no es nada en comparación con lo que vendrá cuando Mauricio Macri anuncie la fecha de las elecciones porteñas. El jefe de Gobierno, quien daría finalmente a conocer el calendario electoral entre el lunes y el martes, no tiene pensado anunciar todavía a su candidato a sucesor por el PRO. Un paso en falso en esa decisión le costará caro: Gabriela Michetti les comentó a sus dirigentes cercanos que si el elegido fuera Horacio Rodríguez Larreta, ella podría abandonar el PRO. "Si es Horacio el candidato, me tengo que sentir despedida", interpretó, según cuentan en su entorno, cansada de las movidas mediáticas de su adversario para posicionarse.

La eterna interna entre Michetti y Larreta viene creciendo en las últimas semanas. El jefe de Gabinete pergeñó diversas iniciativas para mostrarse como el candidato con mayor consenso dentro del partido: organizó un encuentro con el bloque de legisladores, con los directores de los CGP, con los jóvenes PRO –que fue contraproducente: ese sector debió sacar un comunicado para declararse prescindente– y, esta semana, se mostró con varios de los ministros en la inauguración de un local de Néstor Grindetti.

También hubo varios intentos de mostrar en los medios una pelea entre Macri y Michetti. El último fue después de una reunión de gabinete, en la que el secretario de Medios, Miguel de Godoy, planteó que no era muy conveniente que los funcionarios fueran anunciando en público a cuál de los dos precandidatos apoyaban. Lo dijo a partir de una serie de declaraciones de Jorge Macri y de Grindetti a favor de Larreta. La ministra de Desarrollo Social, María Eugenia Vidal (larretista a ultranza), le retrucó que ella consideraba que se podía salir a apoyar a uno o a otro, sin hablar mal del contrincante. El secretario general Marcos Peña le recordó que "esto no es Suiza: se va a ver como un conventillo".

Macri le pidió, entonces, a Grindetti que aclarara sus declaraciones públicas. "Yo me siento cerca de Horacio porque trabajo con él hasta los fines de semana. Con Gabriela no hablo hace cinco meses", dijo el ministro de Hacienda. Y le preguntó a Michetti a qué se dedicaba la Fundación SUMA, que ella creó. "Yo no me meto en la gestión y ningún funcionario puede decir que yo llamé para decirle que se diga michettista. Este es mi equipo, yo no tengo otro equipo", le respondió la diputada. La ex vicejefa le recordó que se habían juntado a fin de año para que él le acercara algunos elementos económicos del gobierno porteño. "Me quedé súper contenta con esa conversación y te dije que, si llego a ser la candidata, quiero contar con vos", le aclaró en frente de todos. "Y vos, Mauricio, sabés que tenés mi candidatura en tus manos. Si querés que sea candidata, seré candidata y si no, estará todo muy bien", concluyó.

Pocas horas más tarde, una página web que recibe abundante pauta del gobierno porteño publicó buena parte del contenido de esa reunión de gabinete, con la versión de que Michetti se había quebrado y, llorando, había renunciado a su candidatura. Ahí se profundizó una guerra silenciosa –o no tanto– que continúa hasta hoy.

Los legisladores más cercanos a Michetti, como Martín Borrelli o Helio Rebot, están furiosos. Otros dirigentes que la apoyan, como Daniel Chaín o Federico Pinedo, intentan tomar más distancia. Desde el sector de la candidata acusan a Larreta de "apretar funcionarios para que digan que lo apoyan a él y hacer terrorismo con que Gabriela va a cambiar todo el equipo". Interpretan que estos llamados llevan la marca de la desesperación, dado que las encuestas la dan a Michetti 15 puntos de distancia con respecto a su adversario interno. También indican que Larreta no consigue hacer bajar su imagen negativa.

Incluso dejaron trascender que si finalmente el elegido fuera Larreta, podría significar la salida de Michetti del PRO. Sostienen que la diputada evalúa dos escenarios: que Macri vaya por la reelección o que la elija a ella. El tercero, con Larreta obteniendo la candidatura, no existe para ella. E implicaría el acabose: "En ese caso, me tengo que sentir despedida. Me voy, no sé qué pasaría realmente", le confesó a uno de sus dirigentes cercanos. A partir de allí se abrirían los caminos que indica la imaginación o las afinidades: el radicalismo, por su relación cercana con Ernesto Sanz. O su casa, como dicen en su entorno donde, sin embargo, se mostraban confiados en que Michetti será la elegida.