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¿Cambios en el Gabinete de Cristina tras las elecciones?

El secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini hizo circular la versión de que el gobernador entrerriano, Sergio Urribarri tendrá un puesto importante.

La ausencia de Cristina Kirchner por el reposo diagnosticado tras la operación quirúrgica generó internas en la Casa Rosada. Ahora la pelea parece estar centrada en el rumbo del Gobierno Nacional después de las elecciones este 27 de octubre, lo que incluye la sucesión presidencial.

Existe la posibilidad de que el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, reemplace a Juan Manuel Abal Medina después de las elecciones. Se trataría de una operación orquestada en la oficina del secretario de Legal y Técnica para instalarlo como el sucesor de la Presidente en 2015, según publicó el portal La Política Online.

Ayer, el vicegobernador entrerriano expresó: "Pensar en que el gobernador Sergio Urribarri ocupe la Jefatura de Gabinete nos entusiasma y también creo que nos va a hacer bien electoralmente. Se estaría dando una señal para que lo conozca el país y vean sus virtudes", dijo José Cáceres al diario La Nación, que semanas atrás saltó a la fama por calificar de "pelotudo" a Alfredo de Angeli.

En el mundo de la política nada es casual y ninguna declaración de este tipo se hace sin una autorización "desde arriba". Cáceres es un hombre del riñón de Urribarri y le responde directamente, y Urribarri tiene línea directa con Carlos Zannini.

Por otro lado, el objetivo de que Urribarri reemplace a Abal Medina también estaría impulsado La Cámpora. Zannini y dicha agrupación, no sólo miran al 2015, sino que están preocupados por mantener el control político del Gobierno: la disputa es con el ala más racional del Gabinete, que impulsa un giro en lo económico y que no ve con malos ojos ir detrás del proyecto de Daniel Scioli.

En ese grupo se podrían incluir a Abal Medina, Amado Boudou, Hernán Lorenzino, Julio De Vido y Florencio Randazzo. Aunque con claras diferencias políticas entre sí, coinciden en la necesidad de buscar una estabilidad económica para garantizarle a Cristina un gobierno ordenado hasta 2015.

Lo que asoma por detrás de esas iniciativas es el problema económico más grave que afronta el Gobierno: la falta de dólares. En este tema, las diferencias entre ambos sectores es contundente: mientras Zannini y Moreno insisten con que se puede "vivir con lo nuestro", la estrategia que plantean Boudou y Lorenzino es volver a los mercados para hacerse de dólares y fortalecer las castigadas reservas del Banco Central.

Además, según las fuentes consultadas por La Política Online, creen que el ascenso de Urribarri podría generar una grieta entre los gobernadores, que parecen firmes en su encolumnamiento detrás de Scioli. Incluso temen que la maniobra pueda provocar nuevas fugas en el kirchnerismo, no hacia al massismo, si no hacia el sciolismo.

Zannini y La Cámpora están decididos a avanzar en el objetivo "Urribarri 2015". Es que tienen muy claro que no habrá espacio para ellos si la próxima etapa es liderada por Scioli (mucho menos si el liderazgo recae en Sergio Massa). Ante eso, apuestan a la formación de un núcleo duro ideológico, sin importar que las consecuencias que eso pueda traer.