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Apocalipsis ¿now?: comenzó el boom del "turismo del fin del mundo"

Siguiendo las profecías mayas, miles de personas esperan que el 21 de diciembre se acabe el mundo. Los lugares elegidos para el día final son México y Uritorco. ¿A qué se debe la creencia?

Muchos esperan que el 21 de diciembre,  se acabe el mundo, mientras que otros, esperan recaudar. Los lugares esotéricos más famosos de América Latina y del mundo, aprovechan la ocasión para incrementar el turismo.

Un acontecimiento turístico y esotérico, ya que aquellos que esperarán el final no lo harán encerrados desde sus casas, sino en lugares específicos como Yucatán, el Cerrro Uritorco o Bugarach, en Francia.

La profecía maya, que luego fue desmentida, hizo poner alerta a miles de personas que se preparan para el gran día, así como alguna vez sucedió con la llegada del cometa Halley o el cambio de milenio.

Se cae un meteorito sobre la tierra, el sol cae sobre nosotros o el planeta se abre en dos, son algunas de las cosas que esperan los fanáticos del esoterismo, cual si fuera un novela de Wells.

En Cancún,  México, la ocupación hotelera para el mes de diciembre ya se encuentra ocupada en un 90 por ciento y promocionan el día como “el fin de una era”. Allí es donde se espera mayor afluencia hotelera, ya que se encuentra a sólo 200 kilómetros de  Chichén Itzá, donde está la emblemática pirámide maya Kukukán.

En los alrededores de la pirámide, se está organizando una ceremonia para el día 21 bautizada “Fin de la Cuenta Larga Maya”, en la que se realizarán distintos rituales.

La pirámides mayas, entre otras cosas, se caracterizaban porque permitían a dicha comunidad seguir los movimientos del sol, lo cual los habilitaba para definir cuándo serían las épocas de lluvias y así poder mejorar sus cultivos.

El mito surge porque a partir del seguimiento del solo, los mayas hacían un conteo de los días. ¿Cuándo termina el conteo? Claro, el 21 de diciembre. Los apocalípticos creen que significa el fin del mundo, aunque para los mayas, era sólo el fin del calendario, para empezar a contar nuevamente desde cero.

Mientras, en Córdoba, desde la secretaría de turismo de Uritorco esperan con ansias: “Esperamos que lleguen 50 mil personas. Habrá eventos musicales con yoga, terapias de canto y debate, y excursiones al Uritorco”.

“Pienso que nadie cree que vaya a terminar el mundo. Sin embargo muchos lo viven como el asomarse a una cornisa, la mente humana es compleja y el 22 ya habrá gente que trate de explicar por qué no pasó lo que profetizaban”, dijo una investigadora del Conicet.