Apasionada por los payasos
Una mujer alemana se recuperó de su alcoholismo y luego batió un insólito récord Guinness.
Ortrud Kastaun, mujer alemana de 61 años ha batido un nuevo récord Guinness: la más grande colección de payasos y otros objetos relacionados con ellos.
Ortrud viene coleccionando payasos hace 15 años y hasta ahora tiene una colección de 2.053 objetos del mundo de los clowns. Se tuvo que mudar a una casa más grande que pudiera contener a todos sus "amiguitos sonrientes", e incluso abrió un pequeño museo cerca de su casa, en Essen, Alemania.
Pero Ortrud no siempre estuvo obsesionada con los payasos. Todo comenzó en 1995, cuando se recuperaba del alcoholismo y estaba en tratamiento. "Recuerdo que un día, estando en terapia, trataba de armar un rompecabezas. La imagen era la de un payaso de esos que salen de una caja sorpresa. Algo me hizo clic. Desde ese día empecé a coleccionar payasos", dice.
Fue un momento muy difícil para ella pero asegura que los payasos la ayudaron a recuperarse.
La apasionada coleccionista admite que sus amigos le preguntan seguido si a ella no le parece que los payasos son algo que la asuste, pero ella siempre contesta que no y dice que los ve como personajes absolutamente positivos que la ayudaron a recuperarse del alcoholismo. Asegura que abrió el museo para que la gente pueda descubrir el maravilloso mundo de los payasos.
Ortrud viene coleccionando payasos hace 15 años y hasta ahora tiene una colección de 2.053 objetos del mundo de los clowns. Se tuvo que mudar a una casa más grande que pudiera contener a todos sus "amiguitos sonrientes", e incluso abrió un pequeño museo cerca de su casa, en Essen, Alemania.
Pero Ortrud no siempre estuvo obsesionada con los payasos. Todo comenzó en 1995, cuando se recuperaba del alcoholismo y estaba en tratamiento. "Recuerdo que un día, estando en terapia, trataba de armar un rompecabezas. La imagen era la de un payaso de esos que salen de una caja sorpresa. Algo me hizo clic. Desde ese día empecé a coleccionar payasos", dice.
Fue un momento muy difícil para ella pero asegura que los payasos la ayudaron a recuperarse.
La apasionada coleccionista admite que sus amigos le preguntan seguido si a ella no le parece que los payasos son algo que la asuste, pero ella siempre contesta que no y dice que los ve como personajes absolutamente positivos que la ayudaron a recuperarse del alcoholismo. Asegura que abrió el museo para que la gente pueda descubrir el maravilloso mundo de los payasos.