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Ana Alianelli, desde EE.UU.: "No puedo ver a mis hijas, que están sin seguro médico ni colegio"

La madre argentina que lucha por la tenencia de sus hijas relató cómo son los momentos más duros de su vida.

La lucha de Ana Alianelli por recuperar a sus hijas se encuentra en estos momentos prácticamente anulada por la Justicia Americana. La madre argentina que intenta volver a hacerse con la tenencia de sus dos nenas de 6 y 8 años pudo hablar públicamente y detallar cómo es la cruda pasada que por estos momentos le juega la vida. "Hoy en día no puedo ver a mis hijas, que están sin seguro médico ni colegio", relató absolutamente compungida.

La impotencia no termina de apoderarse de Ana Alianelli, madre a la que le fueron arrebatadas de las manos sus dos pequeñas hijas. Las niñas se encuentran en un país que les es extraño, ya que fueron criadas en la Argentina y no tienen contacto con otra persona que no sea su padre, Dennis Burns. "Están todo el día ahí encerradas, sin hacer nada", confirmó Alianelli en comunicación telefónica con el canal América 24.

"Yo sólo puedo hablar con ellas (con sus hijas) dos veces al día. A las 10 de la mañana y a las 5.30 de la tarde. Si pregunto algo con lo que él (Dennis Burns) no está de acuerdo, se corta la comunicación", relató la madre argentina. Así dejó en claro cómo desde el momento en que Burns se llevó a las pequeñas, la situación no hizo otra cosa más que empeorar.

Además, Alianelli aseguró que "en ninguna pericia psicológica" se habla de que las menores hayan sido manipuladas. "Es ridículo eso", manifestó en relación a la estrategia de los abogados de Burns, quienes intentan convencer a la jueza de que el padre es quien merece la tenencia de las pequeñas.

Sobre el acuerdo firmado en Argentina y en el que se establecía que la tenencia de las menores le correspondía a la madre, Alianelli expresó: "El acuerdo puede ser que lo cumplan, que no lo cumplan, que lo cambien o que directamente ni lo tengan en cuenta". Así dejó entrever que las esperanzas de recuperar a sus hijas no son abundantes, a pesar de lo cual esta madre no piensa bajar los brazos.