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Almeyda: "Cuando volví a jugar supe que muchos se reían"

El mediocampista de River Matías Almeyda reveló que abandonar el fútbol le provocó entrar en "un pozo depresivo", pero remarcó que su vuelta a las canchas le hizo muy bien y lo tomó "como un desafío, porque muchos se reían" de él.

En su vuelta al club de Núñez, luego de 13 años, Almeyda afrontó una difícil prueba y era que con 36 años pudiera mostrar ese aguerrido juego que siempre lo caracterizó en un equipo que atravesaba una de sus peores etapas futbolísticas.

Al final no defraudó y en un baluarte en el esquema del entrenador, Angel Cappa, al tiempo que en cada vez presentación es ovacionado por la hinchada de River.

"Volver me cambió mucho. Cuando dejé, a los 30 años, caí en un pozo depresivo. Al volver, sonreí de nuevo, volví a ser feliz, a disfrutar de una manera que no disfrutaba antes. Hoy lo vivo sabiendo que cada vez queda menos. Estoy bien con mi familia, con mis amigos. El fútbol me dio tranquilidad", sostuvo el volante.

"Desde que acepté volver a jugar, supe que muchos se reían y, por eso, era un desafío grande. Poco a poco demostré que estaba en condiciones. Me rompo el alma para jugar hasta cuando pueda", agregó Almeyda en declaraciones formuladas a revista Nueva.

El mediocampista se mostró muy agradecido con lo que le dio el fútbol, porque consideró que llegó "más lejos de lo que pensaba", al tiempo que aseguró que este deporte le "enseñó muchos caminos: la unión, la falsedad, la hipocresía, la mentira, la amistad, la pureza", y a todo él supo "sacarle provecho y a todo".

Si algo lo caracterizó al "Pelado" fue hablar siempre sin el casete puesto y por eso muchos se escandalizaron cuando él remarcó que había "mucha hipocresía" en ese ambiente.

"A medida que fueron pasando los años y yo dije lo que pensaba y pasé a ser el jugador que no tiene el casete puesto. ¿Para qué nos vamos a mentir, a engañar? Todos nos conocemos. Vamos a fiestas de deportes, todos se conocen y al otro día se pegan unos palazos que son tremendos. Eso me parece hipócrita, pero pasa en todos lados, no sólo en el fútbol. Si saludo a alguien, es porque lo respeto", sostuvo.

Por otra parte, el jugador oriundo de la ciudad bonaerense de Azul consideró que en el país "hay mucho odio y la gente vive enroscada", situación a la que atribuyó que "haya delitos, robos, drogas".

"Hay quienes por conveniencia aprovechan la ignorancia de otros. Hoy veo que las veredas están muy enfrentadas, porque a los políticos les conviene crear un resentimiento en la gente, por dividir al rico del pobre, al que tiene del que no tiene. La verdad es que nos estamos matando entre nosotros. El corazón humilde abarca ser tolerantes, tener paciencia, reconocer errores, ser buenas personas", indicó.

Almeyda debutó en Primera División en River durante 1992 y estuvo en ese club hasta 1996, para luego pasar a Sevilla de España (1996-1997) en una venta que en esa época fue récord para el fútbol argentino.

También vistió la camiseta de la Selección en los Mundiales de Francia 1998 y Corea del Sur-Japón 2002.

En Italia jugó en Lazio (1997-2000), Parma (2000-2002), Inter (2002-2004), Brescia (2004), mientras que después volvió al país y tuvo un paso muy fugaz por Quilmes, donde se retiró hasta 2009 cuando el artillero histórico de San Lorenzo Alberto Acosta lo llevó a Fénix.

En ese club de Primera División "C" fue expulsado dos veces en cuatro partidos y todo hacía presagiar que su vuelta iba a ser en vano.

Sin embargo, luego pasó a River y en la actualidad se convirtió en uno de los futbolistas más importantes en la formación.