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"Ali es muy chiquito, la está peleando"

El viernes 4 de mayo, Juana Víale y el actor chileno notaron que el pequeño tenía dificultades respiratorias. Al rato, Alí-de tan sólo un mes y tres semanas- debió ser internado.

A esta altura de los acontecimientos, habrá que pensar seriamente que la pareja que forman Juana Víale y el chileno Gonzalo Valenzuela está signada por la tragedia y el dolor. Pareciera un karma del que no pueden escapar desde que decidieran, hace ya cinco años, formar una familia. En mayo del año pasado sufrían la muerte de Ringo, el hijo de Juanita que por entonces tenía ocho meses de embarazo y, luego de una cesárea de urgencia, perdía a su bebé por un fallecimiento intrauterino espontáneo.

Apenas tres meses después, Juana quedaba embarazada. En marzo de este año nació Alí, el segundo hijo de la pareja, quienes ya tienen a Silvestre (4).

Juana además es mamá de Ambar (9), la hija que tuvo con Juan de Benedictis.
El pequeño Alí venía a llenar ese hueco doloroso que había dejado la muerte espontánea de Ringo. Las cosas con su hijito parecían venir de maravillas y, por primera vez con sus hijos varones, sin complicaciones para ella. Vale recordar el difícil embarazo que pasó Juana con su primer varón, cuando tuvo hemorragias que pusieron en riesgo su vida y la de su hijo. Por aquel entonces, internada de urgencia en Chile, la peleó y pudo salir adelante con su embarazo. El nuevo trance ahora es con Alí Valenzuela: el pequeño, de tan sólo un mes y tres semanas de vida, debió ser internado en el sanatorio Mater Dei por un cuadro de bronquiolitis severa el viernes 4 de mayo.

Los problemas respiratorios comenzaron un par de días antes, y por eso el viernes por la tarde los padres, asustados, llevaron al bebé a la clínica donde nació. Allí, los médicos les confirmaron el diagnóstico y el bebé quedó internado. Mientras Juana no se separaba un minuto de su hijo, Manguera iba y venía por la clínica, hablando con los médicos y recibiendo a los parientes y amigos que se acercaban para acompañarlos. Cada tanto, con la preocupación grabada en el rostro y la mirada perdida en el piso, se quedaba sentado en los canteros de la puerta de la clínica, pensando en mil cosas al mismo tiempo. Fue en una de esas salidas en las que, para hacer catarsis, decidió hablar con la prensa que estaba apostada en el lugar. "Alí está con una bronquiolitis severa, y es muy chiquitito, así que ahí está peleando. Lo tienen muy bien cuidado, ojalá salga todo bien. Todavía está en la unidad de cuidados intensivos. Estoy muy preocupado. El viernes a la tarde ya lo internamos", dijo, casi sin poder contener las lágrimas. Nada hacía prever que pudiera suceder algo así ya que hace poco, Juana y Manguera habían llevado a Alí, que había nacido el 16 de marzo a Punta del Este para pasar unos días durante el último fin de semana largo.

Quizá los paseos por la playa y el viento de fines de abril terminaron siendo perjudiciales para el pequeño. Lo cierto es que hasta el momento no saben exactamente cuánto tiempo tendrá que estar internado. Al bebé lo están tratando con antibióticos y los médicos quieren tomar todos los recaudos necesarios debido a su corta edad. Además de la preocupación con mezcla de dolor, en el espíritu de Manguera hay también un poco de culpa. Sucede que el mismo viernes de la internación, cuando el actor trasandino no pensaba que lo de su hijo fuera tan grave, decidió concurrir al cumpleaños de Esmeralda Mitre, amiga de ellos.

Manguera dejó a su mujer, quien le dijo que al menos fuera él al cumpleaños de su amiga, pensando que en pocas horas se solucionaría el problema del niño. Lo cierto es que, entre muchos de los famosos que asistieron a ese cumpleaños en la casa de Barrio Parque de Esmeralda Mitre y su pareja, Darío Lopérfido, ese viernes por la noche se encontraba Martín Lousteau y su pareja, Carla Peterson.

Cabe recordar que el año pasado, cuando Juana atravesaba seis meses de embarazo de Ringo, la nieta de Mirtha y el ex ministro de Economía fueron retratados besándose en un auto. La historia posterior es conocida: Juana perdió su embarazo y terminó volviendo con Valenzuela. Muchos medios informaron que Manguera, al ver a Lousteau lo increpó para que se fuera y luego le terminó pegando dos trompadas. Pero esto no es cierto, personas que estuvieron en esa fiesta contaron a Pronto que en realidad, al ver a Valenzuela entrar, Martín Lousteau y Carla Peterson optaron por irse unos minutos después. Más allá de este mínimo incidente mediatizado, para la pareja hoy lo único realmente importante es la salud del pequeño Alí. Por él sufren y quieren, cuanto antes, dejar atrás otra página de esta historia teñida de infortunios.