Es alérgica a su propio hijo
Una mujer tiene el cuerpo lleno de erupciones y distintas manchas provocadas por una alergia que se empezó a generar desde la concepción de su bebé.
Un extraño caso está afectando a una mujer británica a la que le salieron manchas y un poderoso sarpullido desde que quedó embarazada.
Dayle Byrom, de 20 años, concurrió al dermatólogo para que ver si este podía encontrar el motivo por el que le seguían saliendo todo tipo de marcas en el cuerpo a pesar de haber perdido contacto con muchas de las cosas que se las generaban habitualmente.
Al cabo de algunos estudios, el especialista determinó que sufría una severa alergia provocada por las hormonas del embarazo. Lamentablemente su piel quedó marcada para siempre, ya que dichas manifestaciones no se fueron solas ni han podido ser borradas por ningún producto.
"El dolor empeoró día a día. Todo comenzó cuando yo estaba embarazada de 20 semanas y estaba en las 30 semanas estaba en su peor momento. Mi piel estaba en llamas. Si me tocaba era una agonía. No podía sentarme o estar quieta. Lo único que pude hacer fue llorar y rascarme ... se sentía como si alguien estuviera rasgando mi piel. Traté de usar guantes, pero nada me detuvo a excavar en mi piel. Lo único que importaba era rascarse, y las tareas diarias se hicieron imposibles” aseguró.
Además confesó que “aunque mi embarazo estaba muy avanzado le pedí a mi novio abortar porque no podía seguir así. En ese momento no pensaba con claridad”
A pesar de que el médico asumió que es el peor caso que jamás haya visto, afirmó que interrumpir el embarazo nunca fue una opción.
Dayle Byrom, de 20 años, concurrió al dermatólogo para que ver si este podía encontrar el motivo por el que le seguían saliendo todo tipo de marcas en el cuerpo a pesar de haber perdido contacto con muchas de las cosas que se las generaban habitualmente.
Al cabo de algunos estudios, el especialista determinó que sufría una severa alergia provocada por las hormonas del embarazo. Lamentablemente su piel quedó marcada para siempre, ya que dichas manifestaciones no se fueron solas ni han podido ser borradas por ningún producto.
"El dolor empeoró día a día. Todo comenzó cuando yo estaba embarazada de 20 semanas y estaba en las 30 semanas estaba en su peor momento. Mi piel estaba en llamas. Si me tocaba era una agonía. No podía sentarme o estar quieta. Lo único que pude hacer fue llorar y rascarme ... se sentía como si alguien estuviera rasgando mi piel. Traté de usar guantes, pero nada me detuvo a excavar en mi piel. Lo único que importaba era rascarse, y las tareas diarias se hicieron imposibles” aseguró.
Además confesó que “aunque mi embarazo estaba muy avanzado le pedí a mi novio abortar porque no podía seguir así. En ese momento no pensaba con claridad”
A pesar de que el médico asumió que es el peor caso que jamás haya visto, afirmó que interrumpir el embarazo nunca fue una opción.